Soy mayagüezana y por eso me sentí bien orgullosa de la comunidad del residencial
Candelaria por defender con valentía en los tribunales su derecho a la libre expresión. Se trata de un mural que pintaron en la pared de la cancha de dicho complejo de vivienda y que los administradores amenazan con borrárselo.
¿Cuál es el problema con el mural? Que bajo el lema de “Ser pobre no es un delito” ilustraron en forma dramática la brutalidad policiaca a la que alegan han sido sometidos. En el mural aparecen dos figuras impactantes: un joven trigueño huyendo aterrado ante la persecución de un policía blanco con macana en mano y la otra mano en ademán de sacar la pistola. (Luego de lo que todos presenciamos cuando el asesinato en Humacao, no es nada increíble lo que alegan los vecinos del residencial).
Dice Primera Hora que a principios de diciembre de 2006, los vecinos pintaron un primer mural que recreaba los momentos en que dos agentes de la Unidad de Operaciones Tácticas golpeaban con sus macanas a un residente en el piso, pero el administrador de Vivienda Pública, Carlos Laboy, ordenó borrar el mismo. Entonces un grupo de vecinos pintaron un segundo mural, y los abogados Elvin Ojeda y Roberto Cardona Ubiñas acudieron al foro judicial con un recurso para paralizar los intentos de la administración del complejo de vivienda de borrarlo nuevamente. El juicio está señalado para el mes de febrero del año que viene pero al menos el juez Héctor J. Conty Pérez declaró un interdicto preliminar para evitar que les borren por segunda vez el mural.
Estaremos pendientes a ver qué sucede con el mural de los pobres en Mayagüez. Sería terrible que al Gobernador le protejan su derecho a la libre expresión-- como se establece en el dictamen del juez sobre los trajes de lujo-- y a los pobres se les prive del mismo.
Riqueza y Pobreza II
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Tercero de una serie de nueve artículos sobre el tema.
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Hace 1 semana
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