miércoles, 28 de enero de 2015

La CIA, Fidel Castro y los Kennedy

Luego del anuncio del presidente Obama de que reiniciarían las relaciones con Cuba, se empieza a destapar la verdad de las negociaciones  secretas que llevan décadas entre ambos países.  Todas detenidas por la intervención de los exiliados cubanos en Miami con la ayuda de la Agencia Central de Inteligencia que trató de asesinar a Fidel Castro varias veces .  Así revela en forma somera nada menos que uno de los Kennedy - el hijo de Bobby Kennedy- en una columna que publicó el pasado sábado 25 de enero de 2015 en El Nuevo Día

Robert Kennedy Jr,  hace público varios hechos que ya no eran secretos pero tampoco se habían admitido:
1. Que la CIA admitió desde un principio que no permitiría la normalización de relaciones entre ambos países;
2. Que el presidente Kennedy participó de negociaciones secretas con Fidel Castro;
3. Que un traje de buzo que Kennedy iba a regalar a Castro fue rociado de veneno por la CIA para achacar la muerte de Castro a Kennedy;
4.  Que la CIA entregó un bolígrado envenenado a un tal Rolando Cubelo para matar a Fidel.
Lo más impresionante es que Robert Kennedy implica claramente a un grupo de exiliados en el asesinato del presidente John F. Kennedy con la cooperación de la CIA en noviembre de 1963.  En esa conspiración contaron con la colaboración de un jefe de la mafia y zar de los casinos de La Habana con el nombre de Santo Trafficante.  Luego del asesinato, los exiliados distribuyeron una hoja suelta elogiando la muerte de Kennedy y añadiendo que para que desapareciera Castro y pudieran regresar a su país se necesitaría que "un acto de inspiración divina pusiera en la Casa Blanca en las próximas semanas a un texano conocido por ser amigo de toda América Latina”.   ¿Implica este Kennedy que el vice presidente Johnson estaba implicado en la conspiración?  
Luego de comentarle esa columna a un profesor amigo, me recomendó un libro que está leyendo que trata del mismo asunto de las negociaciones secretas:  Back Channel to Cuba.  Los autores demuestran que desde Eisenhower se han llevado a cabo negociaciones en secreto en lo que llaman "back-channel diplomacy".   Lo acabo de pedir a Amazon y tan pronto lo lea les cuento.  Pica y se extiende...

jueves, 22 de enero de 2015

Las mentiras que propaga la película "American Sniper"

He estado haciendo campaña entre familiares y amig@s para que no se les ocurra ir a ver la película de Clint Eastwood "American Sniper" que a última hora se ha incluido entre las candidatas al Oscar. La razón es que sabía lo que había hecho el personaje que se presenta como un gran héroe que realmente fue un asesino en serie no convicto porque su actuación fue como sniper en Irak durante la guerra provocada por el entonces presidente George W. Bush y su pandilla, fundamentada en mentiras.

El "héroe" en que se basa la película, Chris Kyle, conocido como "Legend", sirvió en Irak y es considerado uno de los más terribles "snipers" de la historia estadounidense con un récord de 160 muertes confirmadas. La película se basa en su autobiografía publicada bajo ese mismo título, American Sniper.  Un año después de publicada fue asesinado en un campo de tiro en Texas por un joven soldado que dicen padecía de trauma después de la guerra. El juicio comienza en febrero.
Acabo de leer un artículo de Alternet donde detalla las grandes mentiras u omisiones que la película está contándole a los estadounidenses. Entre éstas se destacan las siguientes:
1.  La película sugiere que la guerra de Irak fue una respuesta directa del 9/11.
2.  Se inventa como antagonista un sniper terrorista llamado Mustafa mencionado en el libro de Kyle solamente una vez.
3.  La película presenta a Kyle como atormentado por sus acciones cuando su propia biografía lo muestra contento con las matanzas que hizo y solamente hubiera querido que fuesen más.

Obviamente Clint Eastwood, guerrerista republicano, vio la oportunidad de rehacerse de las pérdidas que tiene que haber tenido luego del fracaso de "Jersey Boys".  Apostó bien. La película es la primera en término de ingresos en la taquilla.  Una pena que los jovencitos no sepan lo que hay detrás de lo sucedido en esa guerra infame y la verdadera historia de este personaje. 

lunes, 19 de enero de 2015

En el día de Martin Luther King: noticia de que policía de Miami Beach usa foto de hombres negros para prácticas de tiro

La noticia del Huffington Post dice lo siguiente: 

You’ll never guess how the North Miami Beach police got found out using mug shots of black citizens to practice their shooting. Army National Guard Sgt. Valerie Deant, a soldier who used the shooting range last month after the cops’ training session, recognized her brother’s face on one of the targets that had been pierced by bullets.
Though you’d be hard-pressed to come up a term other than racial profiling to describe this, the department’s police chief says it’s no such thing. He also added that no one will be punished for using actual citizens’ faces as targets.


And we wonder why the racial turmoil in this country has reached the boiling point.


Martin Luther King Jr. debe estar buscando como reencarnar puesto que su misión en los Estados Unidos sigue siendo necesaria.

lunes, 12 de enero de 2015

La Historia como contexto necesario para entender el presente, en este caso lo de "Charlie Hebdo"

He estado releyendo ensayos sobre la Historia preparándome para un conversatorio sobre la misma entre profesores y profesoras de la Universidad del Turabo con el respetado historiador puertorriqueño Gervasio Luis García.  Entre los temas planteados- aparte del combate entre la historia y la literatura de los que postulan que la historia es una forma de hacer ficción- se encuentra el de la Historia como explicación del presente.   Esto último lo veo más importante sobre todo en estos momentos en que el debate y protesta sobre lo ocurrido en Francia se centra en defender la libertad de prensa y atacar el Islam.   No se buscan explicaciones.  Y nadie se pregunta a quién le conviene lo sucedido.

El único lugar donde he encontrado explicaciones y análisis que no son las de los medios tradicionales es en Rebelión.   Varios escritores han ido a las causas remotas del ataque a Charlie Hebdo y en la edición de hoy se presenta el ángulo histórico en un artículo de Robert Fisk titulado "Argelia agrega contexto al ataque contra"Charlie Hebdo" refiriéndose a la guerra de 1954-62, una herida abierta en ambos países. 

Dice Fisk, con toda razón, que:  " Tal vez todos los reportes de periódico y televisión deberían llevar un ángulo histórico, un pequeño recordatorio de que nada –nada en absoluto– ocurre sin un pasado. Las masacres, los baños de sangre, la furia, el dolor, las cacerías policiacas (que se extienden o se estrechan al gusto de los editores) se llevan los titulares. Siempre el quién y el cómo, pero rara vez el por qué."
    
Luego de recordarnos que los dos hombres eran argelinos, Fisk da el ángulo histórico completo que procedo a copiar completo porque vale la pena como fuente de información histórica resumida para los lectores que no van a encontrar en ningún medio de comunicación.  No para justificar lo sucedido sino para comprenderlo.

Dice Fisk:  "Pero existe un contexto importante que de algún modo fue dejado fuera de la nota esta semana, el ángulo histórico que muchos franceses, al igual que muchos argelinos, prefieren pasar por alto: la sangrienta lucha de un pueblo entero por la libertad contra un brutal régimen imperial en 1954-62, una guerra prolongada que sigue siendo el pleito fundamental entre árabes y franceses hasta nuestros días.

La crisis permanente y desesperada en las relaciones franco-argelinas, a semejanza de la negativa de una pareja divorciada a aceptar un relato de su pena acordado por ambas partes, envenena la cohabitación de estos dos pueblos en Francia. Al margen de la forma en que Chérif y Said Kouachi buscaran excusar su acto, nacieron en un tiempo en que Argelia había sufrido una mutilación invisible tras 132 años de ocupación. Tal vez 5 millones de los 6.5 millones de musulmanes de Francia son argelinos. La mayoría son pobres; muchos se consideran ciudadanos de segunda clase en la tierra de la igualdad.

Como todas las tragedias, la de Argelia elude la explicación de un solo párrafo de los despachos de las agencias de noticias, incluso las notas más cortas escritas por ambos bandos luego que los franceses abandonaron Argelia, en 1962.

Porque, a diferencia de otras importantes dependencias o colonias francesas, Argelia se consideraba parte integrante de la Francia metropolitana, que enviaba representantes al parlamento en París e incluso proporcionó a Charles de Gaulle y los aliados una capital francesa desde la cual invadir el norte de África y Sicilia, ocupados por los nazis. Más de 100 años antes, Francia había invadido Argelia, subyugando a su población musulmana nativa, construyendo ciudades y chateaux en la campiña e incluso –en un renacimiento católico de principios del siglo XIX, destinado supuestamente a recristianizar el norte de África– convirtiendo mezquitas en iglesias.

La respuesta argelina a lo que hoy parece un monstruoso anacronismo histórico varió en el curso de las décadas entre la lasitud, la colaboración y la insurrección. Una manifestación por la independencia en la población nacionalista y de mayoría musulmana de Sétif, el Día de la Victoria –cuando los aliados habían liberado las naciones europeas cautivas–, desembocó en la muerte de 103 civiles europeos.

La venganza del gobierno francés fue despiadada: hasta 700 civiles musulmanes –tal vez muchos más– fueron muertos por enfurecidos colonos franceses y en un bombardeo de las aldeas circundantes por la aviación y un crucero naval de Francia. El mundo prestó poca atención.

Pero cuando una insurrección en gran escala surgió en 1954 –al principio, claro, emboscadas con poca pérdida de vidas francesas y luego ataques al ejército galo–, la sombría guerra de liberación argelina fue casi predeterminada.

Vencido en esa clásica batalla de posguerra y anticolonial en Dien Bien Phu, el ejército francés, luego de su debacle en 1940, parecía vulnerable a los más románticos nacionalistas argelinos, que notaron la nueva humillación de Francia en Suez en 1956.

Lo que el historiador Alistair Horne describió con justeza en su magnífica historia de la lucha argelina como una salvaje guerra de paz, costó la vida a cientos de miles. Bombas, minas, masacres por fuerzas gubernamentales y guerrilleros del Frente de Liberación Nacional (FLN) en el bled –la campiña al sur del Mediterráneo– condujeron a la brutal supresión de sectores musulmanes en Argel, y al asesinato, tortura y ejecución de líderes guerrilleros por paracaidistas franceses, soldados, operativos de la Legión Extranjera –entre ellos ex nazis alemanes– y policías paramilitares. Incluso franceses blancos simpatizantes de los argelinos fueron desaparecidos. Albert Camus se pronunció contra la tortura y empleados civiles franceses quedaron asqueados por la brutalidad empleada para mantener a Argelia como territorio galo.

De Gaulle parecía apoyar a la población blanca y así lo dijo en Argel:

– Je vous ai compris, les aseguró–, y luego procedió a negociar con representantes del FLN en Francia. Los argelinos habían aportado la mayoría de los pobladores musulmanes franceses y en octubre de 1961 hasta 30 mil de ellos llevaron a cabo una marcha prohibida por la independencia en París –de hecho, a escaso kilómetro y medio del escenario de la reciente matanza–, la cual fue atacada por unidades de la policía francesa que asesinaron, como ahora se ha reconocido, hasta a 600 manifestantes.

Argelinos fueron muertos a golpes en cuarteles de la policía o arrojados al Sena. El jefe de la policía que supervisó las operaciones de seguridad y que al parecer dirigió la masacre de 1961 no fue otro que Maurice Papon, quien, casi 40 años después, fue condenado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen de Petain en Vichy durante la ocupación nazi.

El conflicto argelino terminó en un baño de sangre. Colonos franceses pied noir se negaron a aceptar la retirada, apoyaron los ataques de la Organización del Ejército Secreto (OAS, por sus siglas en francés) a musulmanes argelinos y alentaron a unidades militares francesas a amotinarse. Hubo un momento en que De Gaulle temió que paracaidistas franceses intentaran tomar París.


Cuando el fin llegó, pese a las promesas del FLN de proteger a ciudadanos franceses que eligieran permanecer en Argelia, hubo asesinatos en masa en Orán. Hasta un millón y medio de hombres, mujeres y niños franceses –enfrentados con la opción de maleta o ataúd– se marcharon a Francia, junto con miles de leales combatientes harki argelinos que lucharon con el ejército, pero que en su mayoría fueron después abandonados a su terrible destino por De Gaulle. Algunos fueron obligados a tragarse sus medallas francesas y arrojados a fosas comunes.

Pero los antiguos colonos franceses, que aún consideraban a Argelia parte del territorio galo –junto con una exhausta dictadura del FLN que se adueñó de la nación independiente– instituyeron una fría paz en la que la rabia residual de los argelinos, en Francia al igual que en su patria, se asentó en un resentimiento de muchos años. En Argelia, la nueva élite nacionalista se embarcó en una inviable industrialización de estilo soviético de su país. Ex ciudadanos franceses demandaron cuantiosas reparaciones; de hecho, durante décadas los franceses retuvieron todos los mapas del desagüe de las ciudades argelinas, de modo que los nuevos dueños del país tenían que escarbar kilómetros cuadrados de calles cada vez que reventaba una tubería.

Y cuando comenzó la guerra civil argelina de la década de 1980 –luego de que el ejército argelino canceló una segunda ronda de elecciones en la que era segura la victoria de los islamitas–, el corrupto pouvoir del FLN y los rebeldes musulmanes se enredaron en un conflicto tan espantoso como la guerra con Francia de las décadas de 1950 y 1960. Las torturas, desapariciones y matanzas en aldeas se reanudaron. Francia apoyó discretamente a una dictadura cuyos líderes militares acumularon millones de dólares en bancos suizos.

Una nueva causa

Musulmanes argelinos que volvían de la guerra contra los soviéticos en Afganistán se unieron a los islamitas en las montañas y dieron muerte a algunos de los pocos ciudadanos franceses que quedaban en el país. Y muchos partieron después a combatir en guerras islamitas, en Irak y más tarde en Siria.

Entran en escena los hermanos Kouachi, en especial Chérif, quien estuvo en prisión por reclutar franceses para combatir a los estadunidenses en Irak. Y Estados Unidos, con apoyo francés, ahora respalda al régimen del FLN en su continua batalla contra los islamitas en los desiertos y los bosques de las montañas de Argelia, armando a un ejército que torturó y asesinó a miles de hombres en la década de 1990.

Como dijo un diplomático estadunidense poco antes de la invasión de 2003 a Irak, Estados Unidos tiene mucho que aprender de las autoridades argelinas. Se puede ver por qué algunos argelinos fueron a pelear por la resistencia iraquí. Y encontraron una nueva causa…"  

martes, 6 de enero de 2015

Los Reyes Boricuas y el 2015

Aprovecho esta imagen que recibí esta mañana para desearles a todos y todas lo mejor en este nuevo año. Que la crisis nos ayude a unirnos como pueblo, que no toleremos más mentiras y corrupción, que exijamos que no se bote dinero nuestro en anuncios como los de la policía o en proyectos innecesarios como el de Puerta de Tierra.  Y, por supuesto, que este año Obama libere a nuestro Oscar. 

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