El 11 de febrero de 1990 fue excarcelado Nelson Mandela tras 27 años en prisión bajo las leyes del apartheid. Un poema titulado Invictus,(significa “invicto”) que leía en su pequeña celda, le dio la fuerza para resistir tantos años de encerramiento. Lo escribió el inglés William Ernest Henley en 1875 y sus últimos versos dicen:
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate;
I am the captain of my soul.
(No importa cuán estrecho el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el dueño de mi destino;
soy el capitán de mi alma )
El poema a su vez le da el título y el significado principal a la película dirigida por Clint Eastwood. La película Invictus, relata la forma en que Mandela, luego de convertirse en el primer presidente negro en Sudáfrica y encontrar una nación profundamente dividida, se inventó la manera de unir su país mediante el rugby. Se basa en el libro del periodista inglés, John Carlin,quien fue testigo de la estrategia política de Mandela y obtuvo permiso del propio mandatario para relatar la historia de la victoria del equipo sudafricano de rugby, Springbocks, en la Copa Mundial de 1995.
El libro se tituló originalmente Playing the Enemy y como relató Carlin, luego de enviar un resumen a Hollywood, conoció al actor Morgan Freeman por pura casualidad y éste estaba al tanto de la trama. De ese encuentro salió la idea de hacer la película en la que Freeman interpretaría el rol de su vida, el de Nelson Mandela. La película culmina en el partido de la final de la Copa del Mundo de rugby que se jugó en el Ellis Park Stadium de Johannesburgo el 24 de junio de 1995, y donde se enfrentaron los Springboks (Sudáfrica) y los All Blacks (Nueva Zelanda), y que contra todo pronóstico terminó con la victoria de los Springboks. Esa victoria se debió en gran medida a Mandela quien supo utilizar el rugby (deporte de blancos odiado por los negros) para aglutinar a 46 millones de sudafricanos.
Se ha criticado la película porque omite la dimensión política del libro lo cual le hace perder fuerza. Según Aldo Vidal, "El Factor Humano” (como se titula la versión al español del libro) detalla con minuciosidad el transito de Mandela al poder, su estrategia de seducción para conquistar a sus enemigos, su olfato de “animal político” para encontrar espacios y lograr la anhelada transición a un régimen democrático. El libro muestra la forma, delicada y sutil, en que Mandela derrotó los prejuicios que la clase política blanca tenía hacia él y cómo logró ponerse a la cabeza de un Gobierno de “unidad nacional”. Dice además este crítico que el texto de Carlin también describe la lucha de los negros contra la brutal segregación de los blancos. El libro se adentra en el alma y la mente de la discriminación racial, no sólo desde la violencia física ni de la injusticia institucionalizada (describe juicios dignos de la inquisición donde 25 negros, elegidos al azar, podían ser condenados a muerte por el mismo delito sin pruebas ni testigos), sino también exhibe una violencia aún más desgarradora, como lo es negar el acceso a la educación y el deporte. Así nos enteramos que hasta 1990 los negros tenían prohibido ir a la universidad o practicar juegos “de blancos”, como el rugby."
Por eso, dice Vidal, "conquistado el poder, la tarea de Mandela era titánica. Y su estrategia a fuerza de símbolos como cambiar la bandera nacional o incluir una canción de protesta como segundo himno nacional, fue reforzar la idea de estar en una nueva nación. En ese sentido hacer del mundial de rugby, un deporte que los negros despreciaban profundamente, un evento de todos los sudafricanos resultaba épico."
Con todo y ese fallo que puede haber sido en parte la razón por la cual Clint Eastwood no fuese nominado como mejor director, Invictus logra transmitir la emoción de esa historia de triunfo. Aunque no está nominada para los Oscar como película, la actuación de Morgan Freeman como Mandela le valdrá el premio a mejor actor de seguro. Es digna de verse por la recreación de ese partido que aunque como deporte es para mi gusto demasiado violento, sus implicaciones políticas lo convierten en un drama absorbente. La película vale la pena no sólo por conocer esa historia de cerca sino porque deja a uno con la sensación de que un hombre (o mujer) es capaz de cambiar el rumbo de una nación si utiliza su liderato e inteligencia para unir el país. No hay duda de que Mandela es el principal responsable de que su país no haya terminado en una guerra civil. La gran incógnita es que pasará una vez que Mandela ya no esté.
Y la comparación con Obama ha resultado inevitable. El propio Clint Eastwood dio unas declaraciones a un semanario alemán criticando la falta de liderazgo del presidente estadounidense. Comparó el primer año de gobierno de Obama con el comienzo del de Nelson Mandela en 1994 y dijo “espero que Obama vea mi película y entienda mi mensaje”.
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Hace 1 semana
1 comentario:
Hola Carlos:
Ya estaba yo medio triste porque nadie le había hecho caso a mi post sobre Mandela e "Invictus" así que me alegraste el día con tu comentario.
Entré a uno de tus blogs, "La danza de la vida" y vi el post que dedicaste a Mandela. Te copié la cita y la puse en mi blog.
Tan pronto tenga tiempo veré el video que mencionas. Gracias mil por la visita y que se repita.
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