Encuentro cercano..con el gringo ignorante

Hacía tiempo que no tenía un encontronazo con un estadounidense ignorante sobre lo que es Puerto Rico. Me sucedió cuando iba a pasar por el via crucis del cotejo de seguridad antes de ir al “gate” de mi vuelo desde Columbus, Ohio hacia Orlando.

Ya por la experiencia de viajar en estos años de las alertas de colores, siempre en la fila reviso para estar segura de que tengo todo lo requerido y lo hago rapidito: quitarme la chaqueta, los tennis (nunca uso zapatos regulares para viajar), sacar la bolsita dichosa con los potingues con las onzas que aceptan (porque viajo solamente con un “carry on”), asegurarme de no llevar encima nada que suene, sacar con tiempo mi licencia y mi boarding pass. Generalmente paso sin problemas. Menos esta vez.

Cuando me tocó entregar la licencia de guiar que toda la vida he mostrado como identificación en Estados Unidos, el guardia de turno me dio varias miradas (yo me lo imaginaba enseguida como un practicante de la tortura del waterboarding) y me preguntó finalmente que si no llevaba pasaporte. Los que me conocen saben que en ese momento le hubiera mentado la madre pero en mi mejor y más paciente voz de profesora de Historia le dije: “ I don’t need one, Puerto Ricans are US citizens since 1917”.

El tipo entendió 1970 y me preguntó (no lo culpo porque mi inglés es cada vez más patriótico o goleta, como le quieran llamar) y le aclaré la fecha. Le dije “unless something happened and they have just declared the Republic and I haven’t been informed”. Me miró con más desconfianza todavía y comentó algo de que no pagábamos federal taxes. Se me fue subiendo la bilirrubina y le dije, ya sin el tono profesorial, que habíamos pagado en sangre en todas las guerras de los Estados Unidos..Me detuvo la mirada helada que me dirigió como si viera a una parienta de Bin Laden.

Helada me quedé yo cuando vi que agarró mi licencia y mi boarding pass y le dijo a los otros (sin mirarme)“you wait here”. Ya me imaginaba que me llevaría a un sitio tipo celda que tienen para casos sospechosos cuando casi enseguida lo vi que consultaba a otro guardia mostrándole mi licencia boricua. Mi alma volvió al cuerpo cuando le escuché decir al otro: “oh, it’s alright”. El idiota con cara de torturador le dio mis documentos a otro con mejor cara y se esfumó. Yo me esfumé lo más rapidito que pude del lugar pero con la rabieta por dentro. Todavía me dura...