Acabo de recibir un comunicado de parte de mi querida amiga Marta Villaizán Montalvo, conocida investigadora y archivista puertorriqueña. Marta ha descubierto en la ley acabada de aprobar un tipo de exención contributiva que favorece a la industria farmacéutica. No es nada raro que los gobiernos de turno le rindan pleitesía a esas multinacionales. Lo terrible es que lo que se le ha otorgado –y nadie se dio cuenta-atenta contra animales y seres humanos por igual. Se da exención contributiva nada menos que a “los negocios que se dedican a la crianza de animales para usos experimentales en laboratorios de investigación científica, de medicina y usos similares”.
Marta dice que “aunque muchas empresas que producen cosméticos, artículos de aseo personal, pinturas y compuestos químicos, cigarrillos, aditivos alimentarios, armas, venenos y pesticidas tienen como factor común la experimentación de sus procesos con animales, es la industria farmacéutica, con la excusa de la economía del conocimiento, la que obtendrá con esta práctica el mayor beneficio para su negocio con las enfermedades."
Cito el resto del comunicado y les recomiendo lo lean completo porque nos va la salud en ello:
Para establecer la seguridad de productos farmacéuticos, los animales de laboratorio "criados" en Puerto Rico serán sometidos en vivo a innumerables pruebas y experimentos que causan dolor y sufrimiento.
"Bajo el pretexto de la salud y el bienestar humano, un animal de laboratorio puede ser envenenado, privado de comida, agua o sueño y recibir productos irritantes para los ojos o la piel", señala AnimaNaturalis, organización hispanoamericana dedicada a establecer, difundir y proteger los derechos de todos los animales. "Lo pueden dejar paralítico; mutilarlo quirúrgicamente; aplicarle radiaciones; quemarlo; gasearlo; darle alimentación de manera forzada y electrocutarlo", añade la organización.
Pero no sólo los perros y los gatitos de los criaderos en Puerto Rico serán sometidos a las más sutiles técnicas de sufrimiento. En el proceso de investigación y desarrollo de un producto farmacéutico, la próxima etapa le corresponde a USTED: el animal humano.
Porque cuando un producto farmacéutico da la impresión de ser seguro en los animales, entonces está listo para ser probado en los seres humanos.
Pero no cualquier ser humano...
Para probar si los medicamentos son seguros, el Instituto Nacional de la Salud, promueve y financia la experimentación con las minorías étnicas y raciales.
"Debido a que existen diferencias genéticas, las minorías responden diferente que las personas de raza blanca a ciertas medicinas", señala a modo de justificación el Instituto Nacional de la Salud. "Si las minorías no participan en experimentos clínicos de nuevas drogas, podría tomar mucho tiempo antes que dosis efectivas y seguras se aprueben para uso público", añade.
Puerto Rico es una nación con 4 millones de personas que pertenecen a las minorías en los Estados Unidos. Para promover la Isla como un gran paraíso para probar drogas experimentales en una población de minorías, la nueva Ley de Incentivos Industriales declara "Negocio elegible" a, laboratorios de investigación y desarrollo científico o industrial para desarrollar nuevos productos o procesos industriales, o para mejorar los mismos, para fines experimentales, investigaciones clínicas, epidemiológicas y ciencias básicas en proyectos de salud mental, investigaciones científicas de medicina y fines similares.
La nueva ley concede además, incentivos especiales para la investigación científica y técnica y el desarrollo de nuevos productos y procesos industriales, lo cual podrá llevarse a cabo, entre otros, directamente o en acuerdos con agencias gubernamentales o con universidades públicas y privadas.
Bajo la vieja ley de incentivos industriales, durante los últimos cinco años se realizaron en Puerto Rico 813 experimentos con humanos. De éstos, 362 se llevaron a cabo en universidades públicas y privadas, 387 fueron con niños y 196 todavía están activos y buscando personas que voluntariamente pongan su vida en riesgo para determinar si un producto es seguro, qué dosis puede administrarse, descubrir los efectos secundarios, así como el modo que afecta el organismo.
Bajo la nueva ley, la oferta se amplía y podría incluir peligrosos experimentos con las llamadas "enfermedades inventadas". Estas enfermedades son procesos o problemas humanos que las empresas farmacéuticas han decidido que sean medicamente relevantes para poder asignarle un tratamiento.
"Se trata de unir síntomas, convencer a la gente de que tiene algo hasta ahora desconocido, preparar una campaña de información - periódicos, televisión, testimonios de gente famosa - y se pone en marcha una enfermedad inventada", señala Jorg Blech, científico y periodista alemán en su libro, Los inventores de enfermedades.
Según Blech son cinco las variantes del comercio con las enfermedades. Vender un proceso normal de la vida como un problema médico (menopausia, envejecimiento, por ejemplo); vender problemas personales y sociales como un problema médico (infelicidad, insomnio, tristeza); vender un riesgo como una enfermedad (colesterol, hipertensión); vender síntomas poco frecuentes como epidemias de extraordinaria propagación (impotencia, osteosporosis); y por último, convertir síntomas leves en indicio de una enfermedad grave (síndrome de las piernas inquietas, síndrome de colon irritable, hiperactividad infantil).
En el Puerto Rico de hoy donde los servicios de salud se encuentran en estado de crisis, donde no hay dinero para construir centros de trauma, donde decenas de personas mueren anualmente por la falta de ambulancias y donde las salas de emergencia no tienen equipo ni personal para atender a los verdaderos enfermos, el Gobierno incentiva con más fuerza la inversión farmacéutica que convierte nuestra salud en un valor de mercado.
Y con esta nueva Ley 73, perros, gatos y humanos vamos barranco abajo.
Riqueza y Pobreza II
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Tercero de una serie de nueve artículos sobre el tema.
Riqueza y Pobreza II
En mis ...
Hace 1 semana
7 comentarios:
Parece que la venta de Puerto Rico incluye a los seres humanos que vivimos en la isla...
Los poderosos van a ver una anuncio que dirá algo así:
For Sale: Puerto Rico island inhabitants included and corporate-friendly press. Great place for business, developing and now risk free experimentation for pharmaceutical companies developing new technologies. Call any politician and offer lot's of money. Satisfaction guaranteed. Citizens will not complaint, they never do, they never will....
Es una pena que esta ley se le haya entregado a un solo sector de la sociedad. Perspectivas como estas --más la de los trabajadores organizados, los ambientalistas, los investigadores y pequeños comerciantes-- de seguro que hubieran contribuido a hacer esa ley una más justa e inclusiva.
El comunicado trae unos puntos muy válidos como la deseabilidad de procurar evitar el sufrimiento de los animales no humanos. Con eso estoy de acuerdo, aunque no comporto su posición que me parece que es censurar por completo el uso de animales en los laboratorios. Si no fuera por esta práctica y los avances médicos que se han conseguido con ella, la mitad de mi familia, diabéticos e hipertensos, estuviera muerta, y posiblemente, según acabo de verificar, yo lo hubiera hecho hace dos años. De hecho, Mary Beth Sweetland, cofundadora y creo que actual vicepresidenta de PETA, organización aliada de AnimaNaturalis, es diabética, y le debe su vida a la experimentación con animales que tanto condena. Pero a pesar de todo, sí creo necesario que se discuta más el tema para no dejar nada ambiguo que provoque o intensifique el sufrimiento involuntario de estos seres.
Un punto que me parece un poco forzado es el de la experimentación con humanos de minorías raciales. Se quiso dar la impresión que esta política es otra muestra de una discriminación perversa de parte del poder contra las minorías, cuando, según los mismos datos que ofrece, se trata de todo lo contrario. Es necesario que los avances en la medicina tomen en cuenta las particularidades de todos –blancos, negros, mestizos, indios, asiáticos hombre, mujeres, etc.--. Si no, la alternativa para ser muy políticamente correctos, sería experimentar solo con hombre blancos y como consecuencia crear solamente medicamentos y tratamientos adecuados para ese sector, y posiblemente inefectivos o contraproducentes para las minorías. Eso sí sería una gran injusticia.
Sobre la condena al “negocio con las enfermedades" “que convierte nuestra salud en un valor de mercado”, tampoco estoy de acuerdo con que esto sea algo malo. Malo es el extremo de los EEUU, una nación rica que no ha procurado tener un sistema de salud que proteja la vida de aquellos que no pueden pagar lo que ofrece el mercado. Pero por otro lado, precisamente por esa mentalidad empresarial es que EEUU sigue en la delantera con respecto a Europa y otros países en cuanto ha innovación científica y médica. En Canadá, por ejemplo, que según dicen tienen uno seguro de salud socializado que ha resultado ser muy bueno, cuando el problema es grave el seguro cubre una visita y tratamientos en EEUU, donde está la innovación. Es muy cierto que poco vale tener mucha innovación si solo una élite tiene acceso a ella, pero también poco vale ser muy puritanos en cuanto a ver la salud como sagrado y los negocios como sacrílegos si al final ésto resulta ser menos productivo para la medicina, la ciencia y la salud de todos. Es decir, ambos extremos tienen cualidades y deficiencias, y lo que se debería hacer es complementar ambos sistemas para que sus cualidades y defectos se contrarresten y tengamos una síntesis más balanceada (como propone el Partido Democrata ahora).
Pero en fin, más allá de lo que creamos cierto o no de estas opiniones, esto se debió incluir y discutir antes de aprobar la ley.
Prometeo: se ve que te dio mucho coraje el asunto. Siempre ha sido así pues para eso somos colonia de los EEUU. Si recuerdas, aquí se ha experimentado con cosas que van desde los anticonceptivos hasta el Agente Naranja. Por no ir atrás a la "experimentación" con rayos en el cuerpo de Albizu Campos.
Eugenio: Ese es precisamente el problema con esta ley, que la trabajó un sector de la sociedad, el que se beneficia más de la misma.
Por mi parte, creo que el ser humano no merece vivir unos años más a costa del sufrimiento de seres vivos que padecen. Es seguir con el concepto de que hay que "dominar" la naturaleza y hacerla servir al ser humano (como si fuera el más importante y el superior)que nos ha traido los desastres que hoy padecemos en la tierra.
Tiendo también a creer todo lo malo que se dice de estas compañías así que no me extraña para nada lo que dice Marta. El capitalismo salvaje es el que domina, no el interés por mejorar la salud humana. Lo vi cuando se permitió el Aspartame, lo estoy viendo con las vacunas que han proliferado sin necesidad alguna y creando mayores casos de autismo, para dar solamente dos ejemplos. Ah, y lo de medicar a los niños inquietos es monstruoso y está ocurriendo por todos lados.
Pero me alegro que seas capaz de ver los dos lados de cada asunto. Eso te describe como un ser pensante (algo en peligro de extinción).
Creo que la Nueva Ley de Incentivos Indusiriales es un regreso al feudalismo.
Feudo.(Del b. lat. feudum). 1. m. Contrato por el cual los soberanos y los grandes señores concedían en la Edad Media tierras o rentas en usufructo, obligándose quien las recibía a guardar fidelidad de vasallo al donante, prestarle el servicio militar y acudir a las asambleas políticas y judiciales que el señor convocaba.
PD. Ha sido interesante leer en un mismo tópico, los comentarios de los tres mejores blogueros de Puerto Rico. Prometeo e Ivonne, hasta mañana voy a tener mi blog disponible para todos. No quiero hacerlo público hasta que haga los ajustes necesarios.
Reinaldo: ¡gracias por considerarme entre los tres mejores!
Voy a aprovechar y entrar en tu blog..
REINALDO!:
¡¡¡¡ALBRICIAS!!!!
Me siento sumamente honrado y
ansioso por ver tu blog.
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