La sorpresa anoche en la San Sebastián no fue el premio a Ricky Martin sino el que se pusiera a cantar y bailar en forma espontánea para deleite de todos.
Tiene ángel, como decimos en boricua, nuestro Ricky Martin.
El cimarronaje marítimo: Freedom Ship, una obra maestra
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Ab initio Hace unos treinta y seis años visité, en mi peregrinación
habitual, a Carlos Buitrago Ortiz, para conocer sobre sus lecturas
recientes y ponerme ...
Hace 1 día
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