jueves, 23 de mayo de 2013

Recordando a Facundo Cabral

Para Brayan, Astrid, Carlos Andrés y Rochely

Un 22 de mayo de 1937 en una provincia de Buenos Aires, Argentina, nació este último de los grandes cantautores de Latinoamérica y del mundo. Aparte del legado de sus canciones inmortales como "Los ejes de mi carreta", "No soy de aquí, ni soy de allá","Pobrecito mi patrón", "Cuando un amigo se va", Cabral ha quedado como un escritor, un filósofo, un pensador que sigue inspirando a muchos jóvenes que le citan y le recuerdan.

Así comprobé para mi sorpresa el otro día durante una conversación con cuatro estudiantes de la Universidad del Turabo que me han devuelto la esperanza en mi país. Son todo lo que yo creía perdido en esta generación dedicada al tuiteo, texteo y que ve los libros con temor o desinterés.  Mi cuarteto es amante de la lectura, de los libros como artefacto, valoran la amistad, la conversación y están ávidos de conocimiento.  Son alegres y disfrutan la vida pero a la vez son serios para lo que importa. Se envuelven en causas importantes y quieren contribuir a mejorar su país, el nuestro.  Quieren aprender a escribir bien y sobre todo quieren entender la historia de Puerto Rico y el contexto en que se ha desarrollado.  Por eso vinieron a mí para que les ayude en esa búsqueda.  Creo que mi esposo me los ha enviado.



5 comentarios:

Unknown dijo...

Es nuestra responsabilidad con la sociedad. Vivir una vida sin sentir la necesidad que tiene la sociedad de ti, simplemente es una vida en soledad. Conocerla fue, es y sera un privilegio siempre. No puedo dar ese privilegio por sentando, tengo que descubrir el propósito de el mismo y una vez descubierto llevarlo a cabo. Gracias una vez mas por brindarnos herramientas para expresar nuestra diferencia a través de nuestra presencia.

Unknown dijo...

Aquí estamos, es un honor recibir una descripción tan hermosa, y mas que todo de una persona cuyo nombre a simple vista suena a lucha, y por esa lucha somos mencionados y para esa lucha somos encomendados, y aquí estamos, agradeciendo su bondad y sus abrazos, sus palabras a la salida después de cada reunión, sus sonrisas y sobre toda cosa, su sagrado tiempo alumbrándonos con experiencias que nos educan el alma.

Ivonne Acosta Lespier dijo...

Astrid y Carlos Andrés: El privilegio y honor ha sido mío también porque ustedes son jóvenes bien especiales. Me enorgullece que sean boricuas de origen y corazón, de los que quieren hacer algo por Puerto Rico, no como tantos otros que andan enajenados.
Espero que podamos seguir compartiendo experiencias, conocimientos (yo también aprendo de ustedes),anécdotas,palabras,
sonrisas y abrazos.
Carlos, gracias por lo que me enviaste por email, precioso..me hiciste lagrimear.

ANDRES dijo...

LA ENSEÑANZA FILOSÓFICA DE FACUNDO CABRAL “EL INDIO GASPARINO”

Dra. Acosta Lespier:

Me emociona que Astrid, Carlos Andrés y otros jóvenes se expresen de esta manera sobre usted. Puedo ver que más allá de la admiración y el respeto que ellos le tienen, existe la esperanza de una nueva semilla. Me place conocer que existe esperanza en nuestro país y, digo esto, por lo que vivo a diario con mis compañeros de trabajo. El interés de estos jóvenes de envolverse en las causas importantes y contribuir a mejorar nuestra nación Puertorriqueña y sobre todo entender la historia de Puerto Rico es digno de admiración. No cabe duda del orgullo que sienten de ser Puertorriqueños. Estos jóvenes me recuerdan a alguien.

Muchos hemos pensado en alguna ocasión cuándo fue sembrada esta identidad puertorriqueña y cuándo se logró cristalizar la misma, pero pienso que la contestación está en nuestro pasado, en nuestra historia. Pasado e historia, que muchos tienen miedo a mirar, por la verdad que está latente y en espera, y quien no intenta conocer esta verdad aquí y ahora mismo no puede ofrecer la más mínima porción de bien a nuestro Puerto Rico. Pero, sobre el particular, el maestro Facundo Cabral en sus hermosas canciones nos decía; Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Es por eso que las canciones de Facundo son una Filosofía de vida, como le adelanté en días pasados. Es bonito saber que Astrid, Carlos Andrés y otros jóvenes escuchan y cantan las canciones del maestro Facundo, pues como decía él; Cuando un pueblo trabaja, Dios lo respeta. Pero cuando un pueblo canta, Dios lo ama.

Pero hay veces que en nuestro cantar vemos las manos siniestras acercarse para callar nuestro cántico o voz. Es en ese momento que nuestro cantar deber ser fuerte y no permitir que nadie lo dirija, y si fracasaras, empieza de nuevo y no permitas que nada te encadene. El maestro Facundo decía; De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.

A nuestros jóvenes les puedo decir que intenten conocer todo aquello que surge como interrogantes sobre nuestra historia y pueblo. Una historia escondida o mal contada…en nuestra historia cuánto caudal hay en ella. Fácilmente serían sentenciados a culpabilidad los que intentaron asesinar nuestra historia. Nuestra historia no surge de 1898 hasta el presente. Pobres de aquellos que siguen ofreciendo erróneamente lo único que decreta como surgimos, quiénes somos y desconocen quiénes fueron los valientes hombres y mujeres en los siglos pasados, como una María de las Mercedes Barbudo y Coronado (1773-1849) , entre otros. Pero nuevamente el maestro Facundo nos dice en sus canciones; Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Es por eso doctora Acosta, que tanto para Astrid, Carlos Andrés y otros jóvenes, les digo humildemente que el conocimiento no ocupa espacio y nuestro tiempo es corto y es lo más importante que tenemos para contribuir con nuestro objetivo por la vida. El maestro Facundo decía; Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo; es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene límites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos.

Saludos!

Andrés

Ivonne Acosta Lespier dijo...

Estimado Andrés: Gracias mil por publicar el comentario en el blog porque así mis estudiantes tienen la oportunidad de leerlo. Está hermoso y profundo, ellos-que son sensibles además de inteligentes- van a apreciarlo en lo que vale.

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