Este escritor
uruguayo, a quien considero un ser “imprescindible”, publicó hace un año un libro
inspirado en una frase que escuchó en una comunidad maya en Guatemala. Se
titula Los hijos de los días. Del libro
me enteré, como de tantas otras cosas, gracias al blog VerbiClara que tengo
entre mis blogs cubanos favoritos y cuya autora no es de las que andan
recorriendo el mundo subsidiadas por agencias de inteligencia. Por el
contrario, Amparo María
Ballester López, filóloga, dedica su blog a la lengua española, la poesía y su
“gloriosa Santa Clara” (la provincia de Cuba de donde es oriunda).
¿Quién sabe evitar la peligrosa cercanía de los cazadores de marfiles y otras fieras enemigas?
¿Quién reconoce las huellas propias y las ajenas?
¿Quién guarda la memoria de todas y de todos?
¿Quién emite esas señales que los humanos no sabemos escuchar ni descifrar?
¿Esas señales que alarman o ayudan o amenazan o saludan a más de veinte kilómetros de distancia?
Es ella, la elefanta mayor. La más vieja, la más sabia.
La que camina a la cabeza de la manada.
Es una de tantas historias de las que estamos hechos los seres humanos, como decía Galeano, y la imagen que presenta Saratella se nos clava en el alma. Además, esa elefanta que no olvida en Puerto Rico es nuestra historia como pueblo, la misma que cada vez se enseña menos o se enseña mal. La que tenemos que rescatar y enseñar con entusiasmo. A eso me sigo dedicando.
2 comentarios:
Qué bien, amiga, gracias por publicar a nuestro Galeano!!!! Saludos cordiales desde Cuba!!!
Amparo: ¡Qué alegría tu visita! Estaba ansiosa porque no habías visto este post donde menciono el tuyo y del cual tomé la historia y esa maravillosa imagen. La elefanta me conmueve cada vez que la veo.
Un abrazo..
Publicar un comentario