Me encanta cuando
los viernes me llega una nueva edición de esta maravillosa revista digital que
ya se ha convertido en lectura obligada por lo placentera e instructiva. Casi siempre me leo el artículo más impactante
y la crítica de cine de Martínez Maldonado.
Pero hoy el menú estaba realmente sabroso y me leí casi toda la
edición.
El artículo de
portada-por llamarle de alguna forma-con la foto impactante de David Sanes, es del
historiador Juan Giusti Cordero en el
que hace la pregunta que nadie ha contestado 14 años después de su muerte ¿Quién mató a David Sanes? A su
vez pregunta lo obvio: “ ¿Cómo puede esperarse que la Marina y el gobierno
federal en general tomen en serio los reclamos más profundos de los viequenses
e cuanto a descontaminación y salud, si aún nos regatean los nombres de los dos
pilotos responsables de la muerte de David Sanes?”
Otro artículo del
momento luego de los bombazos en Boston es de Rubén Colón Morales en el que también se hace una pregunta muy
atinada: ¿Dónde están los terroristas? En una parte dice lo siguiente:
“El principal
orador en los actos de recordación de las víctimas de las bombas de Boston lo
fue, nada más y nada menos que el presidente Obama, quien desde el púlpito
condenó la violencia insensata contra víctimas inocentes, incluyendo a niños
como el pequeño Martin Richard, de quien citó la frase que introduce este
escrito. Nadie se planteó que Obama se ha distinguido por ser el presidente que
más asesinatos políticos individuales ha autorizado, los que han sido
efectuados mediante el uso de los famosos drones (avioncitos dirigidos a
control remoto con cargas explosivas). Tanto así, que el intelectual
norteamericano Noam Chomsky se ha referido a esa política como “Obama’s Global
Assesination Campaing”.
De Carmen Vázquez
Arce es una reseña del más reciente libro de ensayos de Luis Rafael Sánchez titulado ABECÉ
indócil del cual apunta en parte “El
texto se transforma en un pequeño tesoro lexicográfico del español de Puerto
Rico. Un diccionario, que nos revela una realidad presente atravesada por el
ojo crítico y burlón del humorista, esperando que el lector llegue a sus
propias conclusiones. Como diccionario, su lectura puede ser lineal –de la A a
la Z-; pero la estructura abierta, permite al lector abrirlo y leer la letra
que decida a su antojo. Por lo tanto, el escritor le propone un juego libre
para construir diversas estructuras dependiendo del orden que su lectura
decida. En este sentido, hay una invitación para hacer una lectura
indócil del texto.”
Sofía Irene
Cardona nos regala el artículo que más me disfruté porque trata sobre ese libro
tan hermoso y favorito de todos, El Principito.
También nos enteramos de dos datos que me eran desconocidos sobre esta
obra. En primer lugar, la autora revela que: “Un año después
de la publicación del libro, una mañana de julio de 1944, el avión de Antoine
Saint Exupery cayó abatido por fuego enemigo. No se tuvo noticia suya hasta
que, en 1988, un pescador encontró en sus redes de pesca una pulsera con el
nombre de Saint-Éxupéry. Después de una intensa búsqueda, se encontraron los
restos del avión en aguas de Marsella. Fue entonces que, Horst Rippert, un
anciano de 88 años, confesó ser el responsable de la desaparición del adorado
autor de El principito: “Yo esperaba que no fuera él, porque en
nuestra juventud todos habíamos leído sus libros y los adorábamos.” Resulta
revelador que muchos alemanes, a pesar de la guerra, habían leído los libros de
este escritor enemigo y, según el mismo Rippert, lo veneraban.”
El otro dato es
el hallazgo en 2012 de “dos páginas inéditas de El pequeño príncipe,
posiblemente escritas en 1940. En ellas aparece un personaje extraño al
argumento final del libro, el primer hombre que encuentra el Principito en la
Tierra, el crucigramista, un individuo que busca infructuosamente una palabra
de seis letras equivalente a gargarismo.”
En cuanto a
música, gracias al artículo de Verónica Rivera Torres conocemos a Ismael Serrano, cantautor madrileño que viene a dar un concierto en el Teatro de la UPR el viernes próximo. Me provocó buscar su música en YouTube. Sobre todo la canción que ella cita:“Si se callase el ruido
oirías la lluvia caer
limpiando la ciudad
de espectros,
te oiría hablar en sueños
y abriría las ventanas.
Si se
callase el ruido
quizá podríamos hablar
y soplar sobre las heridas,
quizás entenderías
que nos queda la esperanza." Bella canción, hermosa voz un poco parecida a la de Serrat en sus mejores tiempos y guapísimo el cantante.
Como postre, tenemos la
reseña de la película sobre Jackie Robinson de, por supuesto, Manuel Martínez Maldonado. No la he visto pero ahora que he leído esta crítica de alguien tan conocedor del cine, de la historia y del béisbol, estoy más impaciente por verla.
Los invito a suscribirse a 80grados y colaborar como puedan con la revista para que siga publicándose cada viernes. Vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario