En África, Benedicto XVI debió quedarse callado..

En momentos en que la Iglesia Católica atraviesa por una crisis luego de los graves escándalos de tantos sacerdotes acusados de pedofilia, el actual Pontífice parece empeñado en restarle más fieles a la asediada institución dos veces milenaria. En lugar de darse cuenta de que estamos en el siglo XXI y quizá se debiera al menos revisar la obligación del celibato en los curas y la actitud hacia la sexualidad humana en general, da un paso firme hacia el Medioevo. Ahora quiere que no se utilicen siquiera los condones.

Lo terrible es que se atrevió a expresar semejante barbaridad en su primera visita al África donde vive el 67 por ciento de los contagiados por el VIH y donde precisamente se está intentando convencer a los habitantes del uso del condón sin mucho éxito. Como si fuera un experto en el asunto, Benedicto XVI aseguró que “no se puede solucionar el problema del Sida con la distribución de preservativos, al contrario, agravan los problemas”. Es la primera vez que este Pontífice siquiera pronuncia la palabra ‘preservativo’, lo que le ubica en la mentalidad medieval del asco católico al acto sexual. Su solución a los problemas morales es la abstinencia sexual que ni siquiera está funcionando con sus propios sacerdotes.

Como si fuera poco la irresponsabilidad de su postura en cuanto a la epidemia del Sida en el África, se le sale su racismo (recuerden que Joseph Ratzinger fue miembro de la juventud Nazi). Díganme si no fue una falta de respeto a la cultura Africana el referirse a las “exuberantes y alegres celebraciones religiosas africanas” en el sentido de que éstas “no distorsionen la liturgia católica, sino que deben ser un medio para favorecer el diálogo y comunión con Dios”. ¡Por favor!!

Si yo fuese Católica estaría rezando porque vuelva a elegirse un papa del calibre moral y humano de Juan XXIII. Entretanto pediría que el actual hable lo menos posible de lo que no sabe: sexualidad humana y culturas africanas.