Hillary Rodham Clinton está basando su campaña eleccionaria en su experiencia de tres décadas, incluyendo sus años como Primera Dama de los Estados Unidos. Pues precisamente como parte de esa “experiencia” hay que recordar que Hillary se opuso a que su esposo, el presidente Clinton liberara a 16 presos políticos puertorriqueños en 1999. Todo porque le restaba votos a ella en su campaña para el Senado de Estados Unidos por Nueva York.
Los 16 puertorriqueños llevaban más de 19 años en prisiones federales estadounidenses, más de lo que cumplen asesinos de la peor calaña. Por eso hubo un reclamo por su liberación de parte de figuras como el ex presidente Jimmy Carter, el Arzobispo de Africa del Sur Desmond Tutu y muchos líderes hispanos en Estados Unidos, incluyendo al congresista boricua por Illinois, Luis Gutiérrez. La oferta de Clinton fue de liberar 11 miembros de la FALN (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional), reducir el tiempo de otros tres prisioneros y eliminar las multas impuestas a otros dos. Ninguno de los prisioneros incluidos en la oferta estuvo envuelto directamente en las muertes provocadas por las bombas atribuidas a la FALN. Pero no era meramente renunciar a la violencia lo que se les pedía. Se les limitaba severamente su libertad de viajar, de asociación y se les prohibía participar en movimientos políticos que respaldan la independencia de Puerto Rico. Así lo expresaron Jan Susler y Michael Deutsch, abogados de 15 de los boricuas prisioneros quienes dijeron que la oferta de clemencia era demasiado restrictiva una vez liberados.
Cuando Bill Clinton anunció la oferta de clemencia en agosto de 1999 se interpretó por muchos como una movida que ayudaría a Hillary en su candidatura entre los votantes hispanos en Nueva York y se pensó que Clinton lo había hecho precisamente por esa razón. Lo que no se esperaba y sorprendió al Presidente Clinton fue el furor que dio paso a la propuesta. Entre los que catalogaron la oferta como un error estaba el entonces alcalde de Nueva York (y recién derrotado hace poco como candidato a la presidencia en las primarias republicanas) Rudolph Giuliani. El demócrata Daniel Patrick Moynihan también criticó la oferta.
Entonces fue que Hillary Clinton decidió distanciarse de su rol como Primera Dama y asumir su rol como candidata al Senado de los Estados Unidos. Hizo unas declaraciones de que Clinton debería retirar la oferta de clemencia porque la tardanza en contestar de los puertorriqueños era prueba de su contínuo apoyo a la violencia como táctica política. (Sobre este asunto, Ricardo Jiménez, uno de los prisioneros dijo al día siguiente de su excarcelación en “Meet the Press” que era imposible que ellos respondieran con mayor rapidez dado el hecho de que estaban en prisiones distintas que iban desde Los Angeles hasta Chicago.)
El periódico Los Angeles Times lo expresó de este modo el 8 de septiembre: “Critics charged that Mrs. Clinton was trying to have it both ways on a politically sensitive issue. When the president first proposed clemency, Hillary Clinton had little to say, and the conventional wisdom was that the offer would help her among New York's 1.3 million Puerto Rican residents. But Saturday, she said the offer should be rescinded, since the prisoners had not responded quickly enough”.
Esa nueva postura de Hillary, como era de esperarse, le logró el repudio de varios líderes de la comunidad hispana y boricua en Nueva York. De acuerdo a Jonathan Hicks del New York Times on the Web el más vociferante fue el Representante José Serrano, uno de los tres congresistas puertorriqueños. Serrano llegó a decir que le retiraba su apoyo a Hillary Clinton por intervenir en el asunto sin consultar con los líderes hispanos de Nueva York. Algo similar expresó la congresista Nydia Velázquez.
Los presos puertorriqueños finalmente acogieron la oferta (excepto Papo Segarra que tuvo que cumplir 5 años adicionales en prisión) y nueve de ellos escogieron regresar a la isla en septiembre de 1999. Se les permitió reunirse en el aeropuerto por última vez y luego salieron uno a uno a reunirse con familiares y amigos que les brindaron un recibimiento bien emotivo. Ya no podían reunirse más, incluyendo la prohibición a las dos hermanas Rodríguez. No se le pudo dar al grupo una fiesta de recibimiento y de celebración por las condiciones impuestas. Sin embargo fue evidente la alegría que todos experimentaron al llegar a pisar “suelo sagrado” como dijo Carmen Valentín. El último en llegar fue Elizam Escobar, quien dijo que “ a pesar de las condiciones onerosas impuestas a ellos... harían todo lo posible por construir un nuevo frente para la lucha”.
El entonces Comisionado Residente Carlos Romero Barceló (que también se opuso a que el Presidente Carter liberara hace más de 30 años a Lolita Lebrón y a Rafael Cancel Miranda) advirtió en un canal de televisión local que la liberación de los presos y el recibimiento tan caluroso que se les dio en la isla le hacía daño a la imagen de Puerto Rico en los Estados Unidos. Por su parte Jorge Dávila, secretario general del Partido Nuevo Progresista en ese momento aseguró que el regreso de los presos boricuas asustaría a los turistas americanos.
En estos diez años desde la liberación de nuestros presos boricuas no ha habido un sólo incidente que involucrara alguno de ellos. No hubo ninguna merma en el turismo por el hecho de que estuvieran conviviendo en Puerto Rico. Uno de ellos, Elizam Escobar, se ha convertido en uno de los principales y mejor cotizados artistas gráficos de la Isla, contribuyendo a exaltar la imagen de Puerto Rico con su arte.
Creo que las actuaciones de Carlos Romero Barceló y de Jorge Dávila (por pertenecer a una de las administraciones más corruptas de nuestra historia) le han hecho más daño a nuestra imagen en Estados Unidos que las actuaciones de los presos liberados por Clinton.
Hillary Clinton ganó su escaño como senadora por Nueva York y se ha ganado la simpatía de muchos boricuas (mayormente mujeres)que piensan votar por ella como candidata a la presidencia por el partido Demócrata. Es bueno que recuerden algunos datos de su pasado.
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Hace 1 semana
2 comentarios:
Que bueno recordarlo, pues aunque yo no voto en E.U., este escrito me ayuda a convencerme que de todos los candidatos, Obama sigue siendo la mejor oportunidad de cambio (toco madera) para los estadounidenses y tal vez, para nosotros, los puertorriqueños.
Recuerdo con beneplácito la llegada de los prisiones políticos a PR y las marchas que se dieron en su apoyo.
Hola C:
Yo saqué esta historia precisamente para que los boricuas recuerden quién es Hillary Clinton y concluyan como tú que Obama es la esperanza. Como sabes, en Puerto Rico puede que se decida en junio cuál de los dos va a ser el candidato por el Partido Demócrata, lo cual es la suprema ironía siendo nosotros una colonia. El Gobernador, listo al fin, respaldó a Obama luego de los triunfos que le han puesto al frente. Pero hay muchos en PR que prefieren a Hillary, sobre todo las mujeres que son su mayor apoyo. Ese error ya lo cometimos con Sila. Yo estoy convencida de que si por alguna razón (porque los Clinton son como AAV que lo que saben es ganar elecciones) Hillary es la candidata, sería desastroso porque las encuestas demuestran que le gana McCain. Ella tiene demasiados esqueletos en el closet y se los sacarían uno a uno hasta derrotarla. Y McCain es la continuación de Bush. Eso no debemos permitirlo.
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