Una amiga, Marisa Rosado, me hizo llegar este poema que no conocía de José de Diego. Pertenece a su poemario de 1916 Cantos de Rebeldía, donde también se incluye el poema más recitado, "En la Brecha". Al leerlo me da la impresión de que no se propaga mucho
porque el ataque a los Estados Unidos es bien obvio y directo.
ALELUYAS
Caballeros del Norte mirífico y fecundo,
también el centro es parte de la bola del mundo.
Por una loca audacia de la extensión esférica,
estas pobres Antillas son un poco de América.
En el principio cuando el agua florecía,
Dios las alzó del fondo con un fulgor del día.
Y, después de los siglos, viniendo del oriente,
los indios habitaron Islas y Continente.
Y, pasando otros siglos, triunfantes en las olas,
llegaron a estas Islas las naos españolas.
Naves maravillosas, carabelas divinas,
aunque con el defecto magno de ser latinas.
Pues, cuando aparecieron las naves puritanas,
resultaron las tristes carabelas, enanas.
Sobre todo aquel día, en que la gente ibérica se
hundió con sus cruceros en los mares de América.
El día en que llegásteis, con espléndido porte,
Los ultrapoderosos Caballeros del Norte.
Perdonan, Caballeros, al cielo y la tierra,
Que hayan hecho a estas islas, mucho antes de la guerra...
Perdonad que estuviéramos tantos hombres nacidos,
sin que en ello mediaran los Estados Unidos.
Nacidos en América, sin que mediárais vos,
por un atrevimiento de la bondad de Dios.
No somos los más fuertes, ni los dominadores,
pero somos los hijos de los Descubridores.
Vástagos infelices de aquel tronco sin jugo,
que floreció en las almas de Séneca y de Hugo.
Sabemos los misterios de la Filosofía
y del Arte en que reina la santa Poesía.
Pero nada sabemos, en el país del Sol,
del Arte del Gobierno, como en Tamany Hall.
Ni sabemos del salto mortal de las doctrinas,
que puso a California al pie de Filipinas.
Perdonad, Caballeros, si estamos inconscientes
de vuestras concepciones del Derecho de gentes.
Ignoramos aquellas sublimes concepciones,
que os dieron la simbólica Isla de los
Ladrones.
Ignoramos, en estos históricos reveses,
la lengua y el sentido de los pueblos ingleses.
Hablamos otra lengua, con otro pensamiento,
en la onda del espíritu y en la onda del viento.
Y os estamos diciendo hace tiempo en las dos,
que os vayáis con el diablo y nos dejéis con Dios.