Se trata de Bright Star,
dirigida por la australiana Jane Campion que acabo de ver gracias a Netflix.
Cuando se estrenó en el 2009 ni me enteré porque estuve ese año entero pendiente
del estado de salud de mi esposo luego de que le diagnosticaran el cáncer en
enero. Ciertamente no creo que fuera un
blockbuster porque es de época (1819), no tiene explosiones ni sexo explícito aparte
de que mucho del diálogo se centra en los poemas y las cartas de Keats. Eso es
lo que precisamente me pareció tan especial y hermoso de la película, aparte de
la recreación minuciosa al detalle de la época, la música y el acercamiento tan
amoroso y respetuoso de Campion a Keats y a su gran amor Fanny Brawne. El
título se refiere a uno de sus sonetos, que Campion asume fue inspirado por
Fanny basándose en la biografía de Andrew Motion.
La película me ha dejado pensando no solo en la brevedad de
la vida de algunos genios sino en la dosis de sufrimiento que se les asigna a
algunos seres humanos por quien quiera que determina nuestras vidas. Keats murió a los 25 años de tuberculosis
luego de una corta vida de sufrimientos y desengaños al final de la cual había
encontrado un gran amor que ni siquiera pudo consumar. Murió además pensando que había fracasado
como poeta porque su obra había sido objeto de críticas muy adversas.
Sin embargo, hoy día es considerado uno de los más grandes
poetas de la literatura inglesa, de quien Jorge Luis Borges dijo que
descubrirlo había sido la experiencia literaria más significativa de su vida. A su muerte el poeta Shelley escribió un poema
en su honor que en parte dice:
The loveliest and the last,
The bloom, whose petals nipped before they blew
Died on the promise of the fruit.
The bloom, whose petals nipped before they blew
Died on the promise of the fruit.
A los que disfrutan de la poesía, aunque sea en inglés, les
recomiendo esta película.
2 comentarios:
Gracias, la busco.
Anónimo: Me alegro que te haya interesado. Si puedes me dices qué te pareció.
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