miércoles, 31 de enero de 2018

"Venta de la AEE: Mala espina" (columna de Katherine Angueira)

Hay varios buenos escritos relacionados a la privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica pero hoy me topé con una excelente columna de Katherine Angueira en El Vocero que quiero compartir con ustedes.  Se titula "Venta de la AEE: Mala espina" y a continuación copio parte de la misma:

"Aprovecharse oportunistamente de la vulnerabilidad del sentido de impotencia, entre otros factores psicológicos que hoy día posiblemente experimentan los(as) damnificados(as) ante el cúmulo de azotes recibidos que socava la psiquis colectiva, es la vileza personificada. El agotamiento, cansancio, impaciencia, coraje, angustia, sufrimiento ocasionado por meses sin acceso al servicio de electricidad, incluso catalítico para el escenario macabro del lecho de muerte de enfermos(as) encamados(as), son algunas de sus manifestaciones. El cuadro producto del “shell-shock” se agudiza por la devastación resultado de la ristra de crisis que posiblemente se entrelazan dialécticamente al abrirse heridas previas. Desde un esquema de maleficencia maquiavélica, ¿qué “mejor” escenario de animosidad psicológica para el golpe por parte de la élite política para imponer, sin mucha resistencia, arrancarnos del bien público?
Si privatizar fuese la única opción para realizar las mejoras necesarias a la infraestructura de la AEE, el pueblo estaría arrinconado a tener que aceptarlo. No obstante, lo que hay sobre el tapete público es cómo el mal manejo llevó la AEE a la quiebra. Parece una bajeza indigna putrefacta, recurrir a la táctica burda de ir al mercado de valores para tomar prestado, despilfarrar dichos fondos, a sabiendas que no hay fuente de repaso, mientras se deteriora la infraestructura a pasos agigantados. Como segunda fase del esquema, aparentaría que al menos un exgobernante pretende beneficiarse formando parte de su “rescate” posiblemente cobrando como cabildero a favor de inversionistas. Sin distinguir si fue o no para el refinanciamiento de la deuda acumulada en la AEE al momento, el representante Manuel Natal le imputó a Luis Fortuño Burset, que bajo su gobierno la AEE tomó prestado $4,500 millones; equivalente a la mitad de su deuda de aproximadamente $9,000 millones. Todo esto sin tomar en cuenta cuáles fueron las casas de corretaje que ganaron sus comisiones en dichas emisiones de bonos.
Llegado el momento de la quiebra ineludible de la AEE, se materializa la fase de interés económico del exgobernador. EL VOCERO publicó información alusiva a correos electrónicos enviados a La Fortaleza, apenas a un mes del paso del huracán María, de parte de Luis Fortuño Burset, como abogado de la firma Steptoe & Johnson LLP, impulsando el proyecto de uso de gas natural que pueda suplir su cliente SeaOne Caribbean (Quintero, L. 11 diciembre 2017). Contradictoriamente, en 2008 Luis Fortuño corrió una campaña para la gobernación en contra de Aníbal Acevedo Vilá, montándose en la ola de críticas severas ambientalistas al gasoducto, tildado “el tubo de la muerte”, ya construido a gran medida. ¿Cómo se explica el cambio de rumbo? ¿Dónde quedó su conciencia ambiental como puertorriqueño promover la utilización de recursos naturales solar, eólica e hidráulica existentes en nuestra Isla tropical como fuente de energía eléctrica?"
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Katherine no es ni independentista ni popular, es una mujer que piensa y expresa lo que siente libremente.  Con todo y eso ya los comentarios la están atacando como si no tuviera el derecho a criticar a este gobierno y al ex gobernador Fortuño.   Bravo Katherine, gracias por tu valentía y honradez. 


2 comentarios:

David dijo...

Esto debería darse a conocer en todos los medios y discutirse. El quebrar una corporación pública para venderla no es algo nuevo. Lo que sí sería una novedad es que estos criminales traidores acabaran en prisión. Hay complicidad de los partidos hegemónicos y medios. Y encima los hay que se llaman "progresistas".

Ivonne Acosta Lespier dijo...

Pienso lo mismo que tú pero los medios tradicionales en cierta forma son cómplicas. La excepción es la gente de Periodismo Investigativo.

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