sábado, 28 de febrero de 2009

Como decíamos ayer...

Con esta frase el gran poeta español Fray Luis de León (siglo 16) reanudó su clase en la Universidad de Salamanca luego de haber estado varios años en prisión. Yo estuve ausente casi un mes en algo parecido a la prisión como son los hospitales y sobre todo Intensivo, aunque quien se sentía y estaba realmente prisionero era mi esposo. Afortunadamente logramos sacarlo el martes y la mejoría en tan pocos días en la tranquilidad, comodidad y calor humano en su casa ha sido espectacular. Excepto por su extrema delgadez nadie diría que ha pasado por una operación para remover un tumor canceroso en el colon y que quede sin resolver el tumor canceroso del hígado (con eso bregaremos cuando esté mucho más fuerte). Parece que en la lucha entre su lado paterno (todos han muerto de cáncer relativamente jóvenes) y su lado materno de gente que dura mucho (de su madre mi hija mayor decía que era como la Úrsula de Cien Años de Soledad y cuando murió en septiembre pasado a los casi 98 años fue por efectos de una caída), está prevaleciendo la estirpe corsa coameña.

Puede que la mejoría tan impresionante sea el resultado de tantas oraciones, buenos deseos, energías positivas y expresiones de cariño que hemos recibido por distintos medios. Por eso no quise dejarlos ni un día más sin expresarles mi gratitud porque han sido ustedes parte integral de este proceso de recuperación. Francamente no esperaba la reacción tan amplia como emotiva de los que me comentaron en el último post y tengo que darle un nuevo abrazo agradecido a: Isabel, Fabiana, Maxarathiel Les’ Shyerar, Mariena, Prometeo, Siluz, Soletuti, C, Don Segundo, Elco Lao, Ana, Profesor, Gamaliel, ojo vigilante, Aldwin, El Rata, Sensei Myriam, Myrisa, Enfogoná, Borincano, Eugenio, Luis Daniel, El Cizañero, Marlene, Rafael, Carmen N. Rivera, Justino, Héctor, Elisita-Eli, Zaida, Ivonne, Lord Picis, bioprobpr, nicejanice, Iliana, Fausto, hector, Matty, eirini (Vivian), vilma, Julio, Edwin, Luis Ponce Ruiz, Juan, Luchy Morales, Ego y María del Carmen. A todos mi gratitud. Es en estas ocasiones que se conocen las verdaderas amistades (reales y virtuales) y nunca olvidaré a los que han estado a nuestro lado.

Gracias también a los que siguieron visitando mi blog y a los que siguen firmando el Petition de los árboles. Ojalá pueda reintegrarme a esta causa pronto pero una forma de ayudarme es seguir buscando firmas hasta llegar a las mil. A ver si entonces lo enviamos al nuevo Secretario. De nada sirve que anuncie con bombos y platillos la siembra de cuchocientos nuevos árboles, según leí el otro día, y por otro se sigan tumbando diariamente los existentes de manera rápida gracias al permiso que dejó el anterior secretario del DRNA. Tenemos que seguir insistiendo en su derogación.

Por ahora, les prometo regresar de vez en cuando, de acuerdo a como siga este proceso y tenga energías o necesidad de desahogarme.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Intermedio, pausa e interludio



Estimados visitantes y asiduos lectores de este blog. Aunque no entro en asuntos personales pues siempre he sido protectora de mi intimidad familiar, tengo que
hacer un alto en mis escritos precisamente por razones personales. A mi esposo le descubrieron un cáncer terminal y no tendré energías para otra cosa durante sabe Dios cuánto tiempo.

No quisiera cerrar mi blog. Por eso les pido que se mantengan visitando y les ofrezco el extenso menú de entradas que he escrito durante el año y medio que llevo en este medio que me ha dado tantas alegrías y satisfacción. Hay suficientes para que lean y reaccionen en lo que yo regreso con ustedes.

Me perdonan si a veces publico los comentarios pero no reacciono. Dependerá de cómo sea mi estado de ánimo y de energías físicas.

Gracias a los que me han escrito deseando lo mejor para mí y mi esposo. Les pido a los que son creyentes que me manden energías positivas porque va a ser muy difícil este camino. Pero todos lo tenemos que andar tarde o temprano.

Les dejo con Serrat en, por supuesto, "Cantares".

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