sábado, 25 de agosto de 2018
Los vagones comprados y los vagones perdidos..y el Gobe en babia
Entretanto el Gobernador no dice ni pío sobre el asunto, como no dice nada sobre nada (todavía esperamos explicaciones sobre el carro blindado y los guardias de escolta en Rusia). Pero mientras no explica lo inexplicable toma decisiones para beneficiar a sus empresarios, como hizo su padre. Una decisión nefasta fue eliminar la protección de áreas restringidas por su valor ecológico para darla a la venta para más construcciones. El mismo patrón de Rosselló padre: poner todo el peso en la construcción cuando ahora mismo hay un problema de cientos de miles de edificios cerrados y viviendas clausuradas, abandonadas, en alquiler o venta por todos lados. El plan debería ser restaurar lo construido en los cascos urbanos y no seguir construyendo pero eso sería mucho pedir. Para eso Rossellito ha querido subir el salario mínimo en exclusiva a los trabajadores de la construcción. Nos cubrirán de cemento lo verde que queda después de María y ellos se llenarán los bolsillos. Entretanto los ambientalistas serán identificados como criminales y perseguidos como le acaba de ocurrir a uno de los Massó en Adjuntas. Quién sabe si ya van preparando el camino para intentar otro Gasoducto de la Muerte que Fortuño llamó Vía Verde con el usual cinismo de los conservadores. Este gobierno es el Fortuñato parte dos.
Pero como si los vagones comprados no fuesen suficiente ahora aparecen los vagones perdidos con mercancía que se dejó perder en lugar de llevarla a los necesitados luego del huracán. No tiene perdón El Gobernador no sabe ni le importa. O busca a quién echarle la culpa. Vive pendiente de sus viajes a Washington o a donde pueda escapar. Mientras tanto hay oportunidades de fotos con visitantes o cualquier bautizo de muñecas que se le ocurra a sus ayudantes o a la Primera Dama. Y sigue miente que miente sobre todo. De raza le viene al galgo.
Posted by Ivonne Acosta Lespier at 11:51 2 comments
Labels: Departamento de Educación, Gobernador Ricardo Rosselló, Julia Keleher, vagones comprados, vagones perdidos
viernes, 24 de agosto de 2018
Hay muchas Ivonne Acosta en Internet
(Me encontré este post sin publicar de hace años y como no tengo tiempo para ponerme a escribir algo nuevo decidí compartirlo con ustedes.)
Hace un tiempo atrás, un día de esos que no tenía mucho que hacer ni ganas de hacer algo (como hoy) al buscar en Sitemeter entre los “referrals” de los visitantes a mi blog, noté algo bien curioso. Uno de ellos llegó buscando en Google esta pregunta: “Quién fue Ivonne”. Mi blog era el tercero de 791 mil resultados de la búsqueda. Lo curioso es que la persona preguntase solamente por el primer nombre. ¿A cuál de las muchas Ivonne buscaría? ¿Una cantante pop/rock de California? ¿Cómo entró en mi blog? (Veo que no soy la única bloguera que le da por buscar esos "referrals" y/o palabras de búsqueda , pues Ana (la de Salpafuera) confiesa haber hecho lo mismo en Sancocho thoughts.)
Los que buscan Ivonne Acosta no tienen mejor suerte. Tengo que reconocerlo, no soy la única con ese nombre y apellido que existe. Al contrario, hay montones. Los que buscan mi blog poniendo mi nombre y apellido en Google se encuentran una cantidad de personas con ese mismo nombre y apellido que resulta bien confuso. Miren algunas de las que hay ahora mismo: (1) una personal trainer que vive en Miami, (2) otra que vive en San Bernardino, California, (3) una abogada en El Paso, Texas, (4) la gerente de un ecohotel en Costa Rica, (5) una actriz de telenovelas en España, (6) una vocalista clásica, (7) la gerente general de un lugar en PicoBonito (en Honduras), (8) 43 en Facebook, (9) varias en Francia (10) una especialista en relaciones públicas en Holanda, entre otras muchas que dejé de contar.
Las que son de Puerto Rico ni quiero saber, pero recuerdo el susto que pasé cuando justo después de empezar a distribuirse mi libro La Mordaza, en 1988 un familiar me llamó para advertirme que había una agente encubierta de la policía con mi nombre. ¡Se imaginan! Eso me bastó para que decidiera añadir mi apellido materno de ahí en adelante, para evitar más confusiones. Menos mal que la costumbre hispana es poner los dos apellidos. Me corro el riesgo de que los gringos, que todavía no se acostumbran, me llamen por mi apellido materno, pero no importa.
Ahora sí creo que no hay más que una Ivonne Acosta Lespier. El que crea o sepa lo contrario que hable ahora o calle para siempre.. ;-)
Posted by Ivonne Acosta Lespier at 20:05 2 comments