La periodista Wilda Rodríguez acaba
de publicar un libro sobre la
Junta de Control Fiscal cuyo
primer capítulo aparece en la nueva edición de 80grados. Dice Wilda que: "La metrópolis ha tomado
el control del gobierno de Puerto Rico tras decidir que los puertorriqueños no
saben gobernarse a sí mismos. Estados Unidos devuelve su colonia a la norma
aprobada en el 1900 con la Ley Foraker para organizar el gobierno civil de Puerto
Rico bajo la tutela directa del imperio."
Como historiadora me hizo ir de nuevo a lo ocurrido a
partir de 1899 con los dos partidos principales de entonces, ambos
autonomistas. Ante la realidad de la ocupación y el gobierno militar, Barbosa fundó el Partido Republicano. Por su parte Luis Muñoz Rivera, para
congraciarse con los nuevos amos, convirtió su partido en el Federal y no había
mucha diferencia con el de Barbosa en cuanto a la aspiración anexionista. Sin
embargo, los nuevos amos vieron que los verdaderos simpatizantes o
proestadounidenses eran los de Barbosa y no los de Muñoz Rivera-con todo y que éstos eran la
mayoría electoral- por lo cual procedieron a respaldar en forma obvia a los
Republicanos del patio. Incluso, miraron para otro lado cuando surgieron las
llamadas "turbas republicanas" que se dedicaron a perseguir en forma
violenta a los federales muñocistas. El acoso fue tan terrible que Muñoz Rivera
tuvo que exiliarse a Nueva York para salvar su vida y la de su familia.
Pero la preferencia por los
republicanos de Barbosa no evitó que en el momento de redactar la primera ley
de gobierno civil para Puerto Rico bajo la bandera estadounidense, la infame Ley Foraker en 1900, prevalecieran en los Estados Unidos los que
pensaban que no éramos capaces de gobernarnos aparte de consideraciones
raciales y culturales. El resultado fue
un estatuto inferior en todos los aspectos a la Carta Autonómica otorgada por España a
fines de 1897.
La reacción de los líderes republicanos y los federales fue unirse para enviar una protesta bipartita que no fue
atendida. Pero la reacción en contra de
la Ley Foraker continuó y cuatro años después líderes de ambos partidos se
unieron para fundar el Partido Unión, que por vez primera en nuestra historia
incluyó la independencia como una de las alternativas de status gracias a la intervención de José De Diego.
La Ley Foraker de 1900 con la cual se configuró una política colonial para el territorio de Puerto Rico tuvo un
aspecto positivo a mi modo de ver y fue el siguiente. En lugar de la ciudadanía estadounidense los habitantes
fueron declarados "ciudadanos de Puerto Rico" y se creó un cuerpo
político bajo el nombre de El Pueblo de
Puerto Rico. Lo interesante es que
esa "creación" por parte del Congreso fue esgrimida en el caso Ramírez de Ferrer v Mari Bras en el 1996, sobre todo en la opinión del Juez Hernández Denton. Dijo el expresidente del Tribunal Supremo que
aparte de las consideraciones raciales envueltas, esta ciudadanía puertorriqueña
fue conferida por el Congreso Federal "como respuesta al hecho evidente de
que el pueblo puertorriqueño era un pueblo de costumbres, hábitos y tradiciones
extrañas a las del pueblo estadounidense. Esto es, la ciudadanía de Puerto Rico
es la expresión jurídica de un hecho sociológico: Puerto Rico es a los ojos del
mundo una nación".
Si muchos aspectos negativos de la Ley Foraker de 1900
siguen vigentes en el cadavérico ELA, y con la Junta aprobada nos han vuelto a
tratar como colonia, ¿no es hora de reclamar al menos nuestra ciudadanía
puertorriqueña? Aunque sea para mostrar que nos queda dignidad y que seguimos siendo una nación. Yo pienso hacerlo.
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