En la madrugada del 19 de agosto de 1936, el gran poeta granadino Federico García Lorca fue conducido a una
cuneta del camino de Alfacar, Los Pozos, en Granada, fusilado junto a otros tres y enterrado como tantos en una fosa común
sin nombre ni cruz. Sus restos no han sido encontrados y sospechamos que nunca lo
serán. Al dictador Francisco Franco no le convenía que -luego del escándalo que provocó esa muerte- la
tumba se convirtiese en lugar de peregrinaje por lo cual tienen que haber hecho lo posible por
desaparecerlos.
Lo increíble es que, como
ha ocurrido con algunos poetas (incluyendo a nuestra Julia de Burgos), García
Lorca predijo-siete años antes- no solamente su muerte sino la desaparición de
sus restos mortales. Se trata de la "Fábula de los tres amigos", de Poeta
en Nueva York (1929), y a continuación el pasaje profético:
SOBRE EL CULTO A LOS MUERTOS
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SOBRE EL CULTO A LOS MUERTOS
(Fragmento del artículo de 1921 *Los Muertos Mandan*)
Aunque divididos en cie...
Hace 5 días
2 comentarios:
Terrible madrugada en que el mundo perdía al Poeta...
Siluz: Tiene que haber sido algo espantoso porque aparte de perder a un ser tan querido asesinado, para los más sensibles tiene que haber sido un aviso, como la muerte de un canario en la mina, de los horrores que le esperaban a ese pueblo español.
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