El 13 de agosto pasado este paisito que estaba sintiéndose gusano de pronto se siente mariposa. Fuimos un solo corazón unido en espera de ese triunfo que parecía imposible de lograr. No recuerdo sentir algo parecido ni siquiera cuando le ganamos al Dream Team o lo de Tito Trinidad. Es que esto fue obviamente olímpico. Quisiera poder leer alemán para ver lo que dicen y los imagino buscando en el mapa del mundo dónde carajo está ese Puerto Rico que acabó con la segunda en el mundo que era de ellos, el país más poderoso en Europa.
Si nos durara ese sentimiento. Por lo pronto ya decidí que votaré por el único partido que tiene la independencia como principal objetivo a pesar de que sus líderes a veces dejan mucho que desear.
En este momento en que se ha reafirmado el estatus de colonia por parte de los que mandan en la forma más descarada desde el gobierno militar de principios del siglo pasado, tenemos que reaccionar con dignidad, sin arrodillarnos, sin cobardía. El lema tiene que ser, como sugirió Juan Dalmau: "soy descaradamente independentista".
Así como Mónica les dice, allá mismo en sus tierras, soy descaradamente boricua. No la verán jugando pon ninguna otra bandera. ¡Qué linda flota sola!
ResponderEliminarSiluz: Creo que si no sentimos eso y actuamos de acuerdo a ese sentimiento estamos destinados a ser colonia por siglos.
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