
Iba a escribir algo sobre la nube de polvo del Sahara que nos arropa como todos los años en esta época (y que me tiene tosiendo sin parar). Pero me encontré con esta portada de
Primera Hora que me indignó.
En un momento en que el debate sobre la
medicación de la droga por fin se está dando seriamente, cuando parece que se está logrando un consenso sobre la necesidad de un enfoque salubrista del problema, cuando la mayoría del país acepta que la guerra contra la droga se perdió hace tiempo y sobre todo, cuando ya se está poniendo en práctica en las cárceles al igual que en al menos tres municipios, viene este periódico a provocar una reacción negativa a todo lo logrado este mes. ¿Es a propósito que lo hacen?
¿Qué argumentos se dan, por ejemplo en este artículo de
Primera Hora? El título tiene el mismo énfasis poco serio de la portada: “ Defienden el “moto” para uso personal”. El ataque es hacia la marihuana, pues hay un grupo que insiste en descriminalizarla y permitir que se utilice con fines medicinales. Estos son los puntos principales del artículo que detallo y pongo mi comentario debajo:
(1) Que la marihuana es consumida por una creciente cantidad de jóvenes, según datos del Gobierno.
Realidad: el alcohol es la primera droga de mayor consumo entre personas de 15 a 64 años, de acuerdo al propio artículo. (A NADIE SE LE OCURRIRIA VOLVER A PROHIBIR EL ALCOHOL COMO SOLUCION A ESTE GRAVE PROBLEMA).
(2) Un 9.1 por ciento de jóvenes entre séptimo y duodécimo grado han experimentado con marihuana en alguna ocasión.
(
Realidad: el por ciento mayor de jóvenes en esas edades de lo que abusa es del alcohol, que lo encuentran dondequiera, pero no lo dicen en el artículo).
(3) El 23.4 por ciento de hombres que se someten a tratamiento por su drogadicción citan la marihuana como su droga de preferencia, mientras esta proporción desciende al 16.3 por ciento de las mujeres.
(
Realidad: el por ciento es menor que el de hombres que son adictos al alcohol, la droga de preferencia del 90 por ciento de la población adulta boricua, la que más daño hace tanto al adicto como a su familia, la que más accidentes provoca, la que más asesinatos familiares ocasiona).
El artículo no dice que la marihuana es menos dañina al ser humano que el alcohol (que se promueve por todos sitios, por la televisión y se ofrece en Puerto Rico hasta en los bautizos de niños) y el cigarrillo, ambos legales. De hecho, no les conviene hablar de eso a
Primera Hora, que tiene al menos dos anuncios de eventos auspiciados, uno por Corona Extra y otro por Medalla Light.
En ese artículo, al final se cita a Pedro Toledo quien objeta a que se legalice la marihuana. “Me opongo a cualquier legalización. En ocasiones se empieza con la marihuana y se termina con otras drogas. Esto traería unas consecuencias desastrosas para Puerto Rico”, dijo Toledo. (No dice el Superintendente que la razón por la cual se sigue hacia otras drogas es porque la consiguen de forma ilegal por lo cual ya caen en el comercio clandestino que les lleva a probar otras drogas. Conozco varias personas que usan marihuana hace décadas y nunca se han “mudado” a drogas más fuertes). Dice el Superintendente que la legalización de la droga ha provocado un aumento en su consumo en aquellos lugares en que se ha implantado, pero en el mismo artículo se añade que “datos estadísticos apuntan a lo contrario”. (El Súper en lo que cree es en la mano dura --que no ha funcionado--y en el enfoque quasi-militar que es el que prevalece en el gobierno federal y que tampoco ha funcionado con todo y los millones que se gastan en el esfuerzo).
Me imagino que Toledo tampoco cree en medicalizar las drogas fuertes. Sin embargo, el secretario de Corrección y Rehabilitación, Miguel Pereira, hace unos días dijo en
El Vocero que: "Puerto Rico tiene que medicar la droga, el consumo de drogas ilegales es tal que genera casi toda nuestra criminalidad"....”los adictos son enfermos y la drogadicción es un problema de salud pública no policial”. Agregó que tener confinados a estos 3,990 transgresores de la ley de drogas tiene un impacto económico en el erario de 157 millones de dólares anuales. "Son sentenciados exclusivamente por delitos de trasiego de drogas, por tener posesión para distribuir, por estar presentes en puntos de drogas, por posesión para consumo", comentó. Según el secretario de Corrección y Rehabilitación hay en operación alrededor de unos
1,000 puntos para la venta de drogas. A juicio del licenciado Pereira, el país tiene que moverse hacia la medicación de las drogas como medida para reducir la demanda y así eliminar la oferta.
Hay que felicitar a Miguel Pereira y es esperanzador saber que está a cargo del sistema carcelario un individuo con inteligencia y seriedad.
Yo insisto en que hay que velar a todo el que se oponga a que se medicalice la droga. Aparte de los fundamentalistas de siempre que no tienen cerebro y de la Iglesia Católica que va en una carrera acelerada hacia la Edad Media, todo el que presente argumentos en contra de la medicación tiene que ser visto como sospechoso.