jueves, 13 de septiembre de 2007

La Junta del Desastre Ambiental

Así debería llamarse la Junta de Calidad Ambiental dirigida por otro de los jovencitos blanquitos y bonitos que abundan en el gobierno de Aníbal Acevedo Vilá. Este individuo el otro día dio como explicación de no haber intervenido en seis meses en lo de la basura biomédica en Caguas “que no pudo allegarse al lugar”. ¡Oh wow! O como se dice ahora ¡¿ Jelóu!!? Y sobre el derrame de petróleo en la costa sur y occidental de la isla tampoco sabe mucho. Pero no es de ahora el desastre en esa agencia.

Tuve ocasión de darme cuenta del estado desastroso de esa agencia cuando en el 2004 fui a buscar documentos sobre los proyectos al lado de mi condominio en Hato Rey, que les conté en una entrada anterior en este blog. Ya había estado varias veces en ARPE (que recuerdo que la entonces Senadora Margarita Ostolaza dijo que era “la agencia más corrupta de todo el gobierno”) y en la Junta de Planificación (cuyo nombre es un oxímoron) de modo que había visto de cerca el funcionamiento de esas agencias. Pero lo que vi en la Junta de Calidad Ambiental me dejó furiosa: empleados en escritorios con montones de documentos apilados, sin hacer otra cosa que chismear o hacer chistes, teléfonos sonando sin ser contestados, etc.etc. Y como siempre, una que otra mujer fajándose para cumplir por todos los demás como la que me atendió luego de una larga espera y me tomó la orden de documentos que había que fotocopiar.

Ahí no terminó la cosa. Al pasar los días llamé para ver para cuándo los podía ir a buscar y pagar y la que me contestó no tenía idea del pedido, ni encontraba alguien que supiese, en un tono de voz de total displicencia. No pude más y le grité : “Mire señora, usted es empleada mía porque soy una de las contribuyentes que pagan su sueldo. ¡Muévase de inmediato y busque la información!!”. Y le colgué. A los pocos minutos me llamaron para decirme que ya estaban listos los documentos, que los fuera a buscar.

Pero la prueba final del desmadre de esa agencia la acabo de recibir hace dos días. Se trata de una comunicación del Director de Area de Control de Ruidos y Querellas sobre una querella presentada por mí ante la JCA sobre “Aserrín que sale árboles Comp. Saint Louis”. En la misma me anuncia que “el personal técnico” de la JCA realizó una “inspección del caso de referencia, encontrándose que: no hay violación a los reglamentos vigentes de ésta (sic) Junta”. Termina diciendo que están “procediendo con el cierre y archivo de este caso en nuestra oficina” y que si “la problemática que motivó la querella vuelve a surgir” agradecerán me comunique a los teléfonos que dan.

Al leer aquello no sabía si reirme o llorar. ¿Saben cuál es el problema? ¡Que esa querella la radiqué hace tres años, cuando la Saint Louis estaba triturando los 150 árboles que tumbaron para construir Torre de Cardenal ¡!!

Entendí que después de todo seis meses no fue tanto para el Secretario de la JCA movilizarse a resolver el problema grave de las toneladas de basura biomédica acumulada, con todo y el riesgo inminente para la salud. Entendí finalmente el porqué del desastre ambiental en nuestro país.

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