Hace dos meses la federación de jóvenes republicanos de Texas dio una respuesta tajante a la solicitud de estadidad radicada por el actual gobierno penepé en el Congreso estadounidense. La respuesta es que de ninguna manera aceptarían la admisión de Puerto Rico como estado y dan numerosas razones para ello. Para que vean solamente parte de esa reacción:
Whereas admission of Puerto Rico as a state would necessitate that America become officially bilingual and that this would increase the normalization of non-use of English with an inevitable decline in our cultural desire and ability to assimilate immigrants, especially Spanish speaking ones.
Whereas making Puerto Rico a state would subject it to the full brunt of federal regulation and unfunded mandates, further bogging down its long term economic prospects.
Whereas the ruction and intraparty strife from this past electoral cycle has shown us the dangers of a party hierarchy seen to align with the left on important national identity issues.
Whereas we believe the economic and political issues that face Puerto Rico can be addressed fairly and adequately without the radical solution of granting them statehood.
Whereas Puerto Rico’s Spanish language civil law legal system already presents hurdles when enforcing full faith and credit and for mainland courts sitting in diversity jurisdiction. Should statehood increase the problems these issues present to judicial economy, the administration of justice would suffer as a result.
Therefore be it resolved that the Texas Young Republican Federation opposes the admission of Puerto Rico as a state, encourages the elected representatives of the people of Texas to oppose the same, and encourages the Young Republican National Federation to reject any resolution in its favor.
Es humillante para nuestro pueblo que haya un grupo de puertorriqueñ@s capaz de arrastrarse pidiendo que nos acepten como estado cuando es obvio que, aparte de que no les conviene, NO NOS QUIEREN.
Es humillante para nuestro pueblo que haya un grupo de puertorriqueñ@s capaz de arrastrarse pidiendo que nos acepten como estado cuando es obvio que, aparte de que no les conviene, NO NOS QUIEREN.
No se que tanto pintan estos personajes en la política de los EE UU. Los estadistas no tendrían problema en declarar el inglés como idioma oficial o dejarnos como los EE UU que simplemente no tienen. Si nos quieren o no es una cosa, lo que más me importa es lo que nos han hecho por más de un siglo. Ni perdón ni olvido.
ResponderEliminarDavid: Lo que nos han hecho a estos estadistas no les importa pues creen que lo importante es que nos acepten. Yo insisto en que tienen que saber la historia (y me paso escribiéndola) pero a la vez que sepan que no nos quieren. Ellos allá son los que deciden y decidieron desde el principio que nunca estaríamos encaminados a la estadidad. La rabia que me da es que los del PNP tienen al pueblo engañado, convencidos de que es cuestión de pedirla por una gran mayoría y nos la dan, como si fuera un derecho. El día que una mayoría del pueblo sienta en carne propia el desprecio que nos tienen quizá reaccionen. A lo mejor ahora con Trump se hace evidente.
ResponderEliminarEl que nos acepten como sea debería ser impensable si uno pone a Puerto Rico primero. Y si después de más de un siglo los EE UU no han mostrado interés en anexarnos, parece que tendrá que venir una señal de un OVNI para que algunos entiendan. Creo que solo se conformarán con una proclama a los 4 vientos de EE UU. Y todo porque creen como dogma de fe que sin los americanos nos moriremos de hambre y nos habremos quedado sin el marco de referencia legal para que no haya abusos y el nivel de vida que nos permite ir a los "moles". Como si la colonia fuera un regalo o un favor. Ese tal vez sea el mayor daño que se le ha hecho a Puerto Rico.
ResponderEliminarDavid: Definitivamente que tiene que venir de los Estados UNidos el rechazo pero no lo hacen por sabe Dios qué razones que les conviene a ellos. Son parte del engaño porque han hablado claro pero no para las multitudes que los adoran y no ven nada malo en ellos. Quieren que los quieran pero nos desprecian.
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