¿La Iglesia Católica va a destruir un lugar histórico y educativo en el Viejo San Juan?

Se trata del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (CEA) institución educativa fundada por Ricardo Alegría  en 1986 en el edificio del Seminario Conciliar que data del 1832.  De acuerdo a una carta urgente al Arzobispo de San Juan Roberto González Nieves del dramaturgo y profesor Roberto Ramos Perea el CEA está en peligro de ser eliminado y lo que es peor, el histórico edificio será vendido para destruirlo y construir un hotel de lujo.  

Tiene que ser una broma de mal gusto o el Arzobispo- de la orden Franciscana- se ha transformado en un mero buscador de dinero sin interés alguno por la historia y cultura de Puerto Rico. De nada sirve entonces que haya puesto nuestra bandera en la Catedral de San Juan o que haya dicho que "Ningún país puede sostener una economía sólida y dinámica sin un proyecto de patria".."Se edifica la patria amándola y sacrificándose por ella." 
 

Si fuese cierto es escandaloso y no se puede permitir por muchas razones, entre éstas:

•  es un lugar histórico en donde se formaron muchos de nuestros grandes hombres: Alejandro Tapia y Rivera, Román Baldorioty de Castro, José Julián Acosta, Rafael del Valle Atiles, Cayetano Coll y Toste, José Celso Barbosa, y tantos otros.
• el edificio es uno de los más hermosos ejemplos de la arquitectura del siglo 19. Restaurado con mucho amor por don Ricardo Alegría hace tres décadas, merece que se preserve su estructura, que se invierta en restaurar lo que se ha deteriorado con el paso del tiempo pero no cambiarlo y menos aún destruirlo. 
• el Centro de Estudios creado por don Ricardo se ha convertido en una alternativa de estudios posgraduados en horario flexible y con énfasis en estudios puertorriqueños en el contexto del lugar que ocupamos en el Caribe.

Personalmente me siento doblemente ligada al CEA. Primero porque allí estudié una Maestría en Estudios Puertorriqueños y luego enseñé el curso de Historia de Puerto Rico a nivel graduado.  Segundo, porque mi esposo fue profesor por varios años y todavía los que fueron sus discípulos recuerdan los cursos maravillosos que impartía cada semestre.  

Espero que lo que denuncia Ramos Perea hoy en su carta sea como bien dice "una escandalosa y afrentosa herejía" que sea desmentida cuanto antes por el Arzobispado. De lo contrario tenemos que piquetear y hacerle la vida imposible a estos mercaderes del templo, como bien les llama Roberto.