No lo pude evitar. Al ver los cientos de miles de venezolanos inundar las avenidas de Caracas llorando por la muerte de Chávez derramé lágrimas de pena por ellos. Quedan huérfanos los pobres y los desamparados a quienes se dedicó dejando de lado la clase rica y poderosa que se acostumbró a tener el poder en ese país y que hizo lo imposible por tumbarlo con la ayuda de los de siempre. Otros muchos celebran esta muerte, al menos así sonaban las expresiones de Obama anoche. Pero igual que ocurrió cuando murió Simón Bolivar en 1830 -que la noticia provocó celebraciones porque moría por fin el enemigo de España -y hoy día su figura es venerada y honrada, así va a suceder con Hugo Chávez. Descanse en paz, señor presidente.
(Imagen tomada de Rebelión.org)
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