Hacía meses que no iba a Río Piedras, desde la visita en el tren urbano que publiqué en un post el pasado 25 de enero. En esa visita tomé esta foto de la plaza de Río Piedras, impresionada por el verdor de sus muchos árboles.
Cual no sería mi sorpresa cuando hace una semana leo una carta publicada en El Nuevo Día por el conocido crítico teatral y profesor universitario Lowell Fiet sobre el asesinato de árboles en esa plaza:
Una enorme plaza en medio del pueblo de Río Piedras, una vez llena de árboles jóvenes, adultos y centenarios, yace hoy con pedazos de ramas y troncos cortados a escondidas un domingo de madrugada.
Ese mismo día comenzó “la limpieza” para que no quedara ninguna huella del crimen.
Este es el plan Santini para un nuevo Río Piedras: destruir una plaza que no necesitaba renovación, sino mantenimiento.
Es ese plan también talar árboles de sombra, que para crecer de nuevo les tomará décadas; eliminar espacios abiertos para la población local y desviar el tránsito de tal forma que los negocios ya sufridos del pueblo pierdan aún más clientes.
Después de las desastrosas “mejoras” de años recientes, como la espantosamente fea “renovación” del Paseo de Diego, tan mal hechas que comienzan a deteriorarse antes de terminadas, ¿qué podemos esperar de esta nueva mejora santiniana?
¿Qué podemos esperar del aún más gigantesco plan de destrucción y desplazamiento llamado “Río Piedras 2012”?
Fui a ver el desastre y realmente no lo podía creer. Da tanta rabia que los retratos que tomé salieron bien mal. Tuve que pedir ayuda al propio Lowell quien me envió varios para escoger. En la foto de arriba vemos un tronco de uno de los árboles centenarios acabado de destruir.
Aquí vemos lo que quedó de los árboles de la Plaza de la Convalescencia que convalecen gracias a Santini. ¿Por qué los riopedrenses no se organizan para que Río Piedras vuelva a ser un municipio aparte?
What the F.ck is going on in San Juan City? What the F.CK???
ResponderEliminarEso mismo, Edwin, lo que F.ck sucede es SANTINI...¡Argh!!!!
ResponderEliminar¿Qué pasa en este país? No se pueden salvar ni los árboles en una plaza. Yo creí que habíamos dejado atrás los tiempos en que había que formar bulla porque un Pesquera tumbaba inmisericordemente los árboles de la Ave. Central con la excusa de acabar con un tapón que no se términó. Eso fue en los 1990. Ha pasado una década, la ecología está de moda, ahora "green is beautiful", ahora la lucha contra el calentamiento global y por la salvación del ambiente es mainstream y política oficial y todavía hay un alcalde en esta insula barataria que se atreve a tumbar árboles en una plaza, en una plaza que es el dominio público de los vecinos (el "commons", Santini). Si hubiese hecho esta barbaridad en Boston, en Orlando, en NYC, en Austin, en Philadelphia, este ugly American no duraba ni ocho horas. Algún rapero debía sacarle rap de protesta para nuestro consuelo.
ResponderEliminarAy Myrisa, esa es la pregunta cuya respuesta quisiera saber. Yo tengo la teoría de que los puertorriqueños odian los árboles por distintas razones. Los de la generación de mi padre es porque les recuerda la época de la pobreza extrema que vivieron en el campo. Los de clase media porque se criaron con lo del cemento es progreso y otros porque les ensucian las aceras. (Las hojas son basura pero la basura verdadera se tira al piso como si nada). Y los jóvenes, la verdad que no entiendo porqué no son más proactivos en la defensa de los árboles.
ResponderEliminarA Pesquera yo le llamaba el "asesino de árboles" y recuerdo que cuando ocurrió la masacre de la Piñero caí con bronquitis por el efecto espantoso que tuvo en mi psiquis pues vivo bien cerquita y amaba esos árboles tan hermosos. Luego he evitado transitar por ese espacio siempre que puedo irme por otras rutas.
Pero como dices, de allá para acá, con todo y la "moda" en PR se sigue destruyendo la naturaleza a pasos agigantados. El Gobierno es el peor y luego tratan de engañar a uno diciendo que están sembrando miles y lo que hacen es sembrar palmitas o arbustos para reemplazar los que han tomado décadas en crecer.
Por muchísimos años he estado admirando unos árboles que hay a la salida de la 65 de Infantería antes de llegar a la Muñoz Rivera (cerca del dispensario). En especial, el que está en la misma esquina. Temo un día pasar y que no estén. No comprendo como pueden matar en un segundo lo que toma décadas en crecer y que solo embellece y purifica nuestro entorno. ¿No se supone que los árboles están protegidos y que se prohibe su destrucción?
ResponderEliminarSiluz: Sé a cuales te refieres. A mí me pasa exactamente lo mismo, con todos los árboles hermosos y frondosos que veo y me asusta pensar que los tumben. Tú lo has dicho, tumban en unos minutos lo que toma tantos años en crecer.
ResponderEliminarTambién es cierto, hay supuestamente leyes que los protegen pero como tantas otras no se cumplen.
sos
ResponderEliminarno puedo dejar comentarios!
Ana: Me imagino que son impublicables..$#%^^@#&!
ResponderEliminarEn adición a la burda mentalidad de Santini y a otros como el, que se empeñan en implementar políticas y llevar a cabo desarrollos en detrimento de la comunidad, los colegios profesionales que envuelven el desarrollo urbano A.K.A Arquitectos, ingenieros, constructores, planificadores urbanos etc...incluyendo las escuelas de tales disciplinas no les importa un divino y están permitiendo que estas cosas ocurran. Al menos no he leído o escuchado la posición de estos últimos.
ResponderEliminarC: Ninguno de los que mencionas han dicho ni jí con estos desastres.
ResponderEliminarY hubo protesta pero de jóvenes que se encadenaron a la verja que montaron los del municipio pero obviamente nunca son suficientes ni pueden estar todo el tiempo en el lugar. Eso mismo ocurrió hace unos años en la avenida a Trujillo Alto que unos jóvenes se treparon al tope de unos árboles centenarios para evitar los tumbaran pero al final hubo orden de que bajaran a las malas. Igual pasó cuando iban a tumbar los de caoba de la avenida Central (Piñero) que mencionó Myrisa. Hubo muchos que protestamos pero para nada.
Yo liderié una lucha por salvar un bosque urbano al lado de donde vivo en Hato Rey donde corría la Quebrada de los Muertos. Fue una lucha que nos ganaron y hoy día se erijen cuatro condominios de 19 pisos que por cierto están prácticamente vacíos porque son demasiado caros. Obviamente todo cambió alrededor nuestro. Al eliminarse los árboles y la quebrada se fueron los guaraguaos, los pajaritos, la brisa, el fresco, el oxígeno..etc.etc.
En fin..
Jaja Ivonne, fue por tanto asco y dolor!
ResponderEliminarAquí se ignora toda ley que proteja árboles o animales, entre otras.
El amor y respeto por los árboles comienza en el útero y la infancia temprana.
El desprecio por la naturaleza es aprendido, un efecto del odio que se lleva por dentro, pero hoy con tanta información al respecto, será que se ha vuelto genético?
O es la indiferencia respuesta de quien perdió la fe ante una sociedad autodestructiva y sueña escapar como único método de calidad de vida?
Ok, no es comentario muy esperanzador, pero es q. intento entender ciertas cosas.
Como el día en que vi una profesora Univ. matando un árbol de un vecino a machetazos "disimuladamente" porque le molestaban sus hojas…
pft! Hay cada loco suelto y disfrazao, que da verguenza ajena!
Ana: Hay dos puntos en tu comentario que me han hecho pensar y a lo mejor te copio alguna frase: lo de que se haya vuelto genético ese desprecio a la naturaleza y lo de que estamos ante una sociedad autodestructiva. Poeta al fin, siempre das en el clavo. Eso es lo que se ve en nuestro país. ¿Será parte de la inevitable entropía? ¿Habrá salvación para nuestro país?
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