En realidad son uno sólo: ganar las elecciones como sea. Así lo comprobamos una vez más con la noticia de que firmará la ley habilitadora del referéndum sobre el matrimonio.
Había estado diciendo a los medios que consideraba innecesario elevar a rango constitucional el matrimonio entre hombre y mujer. Pero le bastó una reunión con los líderes de la FRAPE (Fraternidad Pentecostal) para cambiar de opinión. Sus declaraciones a la prensa fueron “Les dije a ellos que si hay las dos terceras partes (de los votos) en la Asamblea Legislativa, pues yo no me podía interponer”.
¿Por qué no se puede interponer? ¿Para qué rayos es el Gobernador?
Ah, pero los votos de las 2, 300 congregaciones que agrupa la Frape le preocupan.
No importa que la proyectada enmienda sea producto de la mente enfermiza de Jorge De Castro Font. No importa que haya sido señalada como un “fraude constitucional” que solamente adelanta objetivos religiosos, por un estudioso constitucionalista como Carlos Gorrín Peralta. No importa que el dichoso referéndum cueste un dineral.
Lo que importa es que los religiosos fundamentalistas siempre logran asustar a los ya blandengues. El Gobernador cayó en ese grupo hace tiempo.
si eso fue exactamente lo que dijo el gobernador (ya que por otro medio dice lo contrario) esta perdiendo el voto con los cristianos-evangelicos. la mayoria son PNP y dudo mucho que le den el voto aunque baje a dios del cielo y apoye su candidatura.
ResponderEliminarYo creo igual.
ResponderEliminar¡Ni el mismo sabe lo que apoya!... Cuando se vive maquinando qué puedo o no puedo ganar con esta decisión. Como, qué puedo o no puedo perder, termina la persona perdiéndose a si misma...¡Qué triste!. Ver, como en el juego de la política ...por posiciones se pierde la oportunidad de ser grande en la posición...
ResponderEliminarAsí es Myriam, lo has dicho bien.
ResponderEliminarPerdona que comente aquí acerca de la pregunta de hoy...y me pregunto: Pero, ¿es que tienen verguenza?.Busqué en el diccionario la definición de verguenza y dice: turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena. Ni se ruborizan porque no les corre sangre en las venas sino sólo interés y 'jaibería'....(:-/
ResponderEliminarMyriam, gracias por comentar la pregunta aunque no tengo espacio adecuado en el blog para hacerlo.
ResponderEliminarPero al menos encontraste buen lugar.
El asunto es que muchos sentimos vergüenza por lo que hacen. Al menos todavía quedamos muchos que la tenemos.