
El tren urbano para mí representa una esperanza en el porvenir de Puerto Rico. Desde que lo vi por vez primera corriendo por los elevados sobre las calles de Hato Rey y Río Piedras me fascinó la estampa. Era ver hecho realidad algo que pensé nunca se lograría luego de tantos problemas en su construcción y tanto dinero robado en la misma. Pero lo importante al fin y al cabo es que no se dejó morir el proyecto y aunque limitado en muchos aspectos tenemos el ansiado tren urbano.
Como tantos otros boricuas, luego de su inauguración, me di mi paseito completo hasta cubrir todas las estaciones. Como tantos boricuas me sorprendí al ver lo distinta que se percibe la urbe desde esa altura. Como a tantos boricuas, me sorprendió la eficiencia, la puntualidad, el orden, la belleza de las estaciones y los trenes. Como tantos boricuas, noté el contraste de un símbolo de la modernidad más avanzada típica del primer mundo, surcando por áreas urbanas más parecidas a las de países tercermundistas. Como tantos boricuas me consolé pensando que ya quisieran muchas ciudades en los mismos Estados Unidos tener un tren urbano como el nuestro. Aunque vaya a pocos lugares.
Uno de esos lugares es Río Piedras, la ciudad abandonada a su suerte por el Alcalde Santini (a pesar de que vocifera que la atiende cuando le conviene). Pero ¿qué puede esperar la “ciudad universitaria” si el casco de San Juan está hecho una inmundicia?

Al terminar decidí caminar un poco por la calle Arzuaga buscando un lugar para almorzar y tomando fotos con mi celular (que pido excusas a los que saben mucho de fotografía por lo malas que están) a la vez que saboreaba los olores, colores y sonidos de este centro citadino tan concurrido y típicamente caribeño. Bueno de los sonidos tengo que hacer excepción de uno que me hizo gritar como el Rey de España a unos individuos vociferando sandeces religiosas en una esquina de la Plaza de la Convalescencia (ver la foto de un área de la hermosa plaza).

Me parece que en este plan para mejorar a Río Piedras el tren urbano es un factor imprescindible. Ojalá se cumplan los planes de expandirlo a otros centros urbanos. Lo necesitamos.
el orden y todas las cosas positivas que mencionaste positivo acerca todo lo relacionado al tren urbano...es verdaderamente lo que es puerto rico, un pais caribenho. todo es cuestion de disciplina ...y sin rajarse.
ResponderEliminarahora, es una pena que el resto de la isla se corra al garete y las leyes/reglas son cosas que no se implementan o se hace cumplir.
muy bien, ivonne.
Ese es el problema grande en nuestro país: que las leyes son para tenerlas en los libros y no para hacerlas cumplir.
ResponderEliminarGracias Joe.