Cuando se supo que Aníbal Acevedo Vilá había invertido 40 mil dólares en la compra de trajes de diseñador a razón de $3mil o más cada uno, pagos en efectivo y con dinero del Partido Popular Democrático en el 2004 fue que me di cuenta de la clase de persona que es este gobernador. De ahí en adelante no pude creer en nada de lo que dice ni las buenas intenciones de lo que hace. Supe que en lugar de respaldar a la clase media a la cual pertenece estaba estableciendo su afinidad con la clase alta y su deseo de comportarse como los comemierdas del país. Por eso no se puede esperar que haga algo sobre Paseo Caribe ni que se desviva por buscar alivios contributivos para nosotros, la clase media que lleva sobre sus hombros al país. Por eso no sorprende que su gobierno nos haya encarecido la vida como nunca antes mediante aumentos y sobre todo el dichoso IVU (que el pueblo denomina "el ABUso").
Lo triste es que el juez superior de San Juan Oscar Dávila Suliveres ha avalado esa actitud al
resolver ayer que el Partido Popular Democrático (PPD) no tenía que reportar a la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) la compra de los trajes para el gobernador Aníbal Acevedo Vilá en 2004 por ser “gastos de representación” y no de campaña electoral. Revocó así una resolución del presidente de la CEE, Ramón Gómez, del 16 de febrero de este año, que concluyó que el PPD violó el artículo 3.017 (a) por no reportar el gasto en 2004 y por haber hecho el desembolso con dinero en efectivo y no depositar todos sus ingresos en una cuenta bancaria. Dávila Suliveres sostuvo en la sentencia que los gastos incurridos por el PPD para la vestimenta de su líder constituyen un gasto de representación “legítimo” efectuado en el ejercicio de la libertad de asociación de sus miembros. ¡Increíble pero cierto!
Se me ocurrió pensar en otros líderes latinoamericanos y no me puedo imaginar a Aníbal recibiendo en Fortaleza a “los cuatro del poncho” que es como se refieren los ultracapitalistas al cuarteto que componen los presidentes Chávez, Morales, Correa y Ortega. Nada más piensen en las vestimentas que usa cada uno de éstos líderes populistas (para significar su solidaridad con las mayorías pobres de sus respectivos pueblos), y un posible encuentro con el maniquí vestido de lujo que es nuestro gobernador. Escena que no veremos nunca, por supuesto.
La vestimenta es símbolo de poder. Aníbal, primer gobernador de clase media, lo que está diciendo a este país tercermundista con guille de nuevo rico con su closet de lujo es “estoy con los ricachos de clase alta, para atrás ni para coger impulso”..
Y lo peor es que todo el país lo vio salir de una casa de clase media para la toma de posesión. Qué rapidito se le olvidó! A mí no se me olvida esa imagen y la recuerdo cada vez que leo sus alianzas con la banca, los industriales... De la misma forma, cada vez que pago el IVU y cada vez que se habla de la indolencia de Hacienda con los yates anclados en las marinas, las "exclusivas" 13,000 personas que declaran ganar más de 100,000 en este país, mientras no caben las Cayennes y las monstruosas Hummies en nuestras carreteras. Y Aníbal, bien, gracias, extasiado con el filete de los pantalones extra super caros que jamás soñó que se pondría!!!
ResponderEliminarMenos mal que no soy la única que piensa y se siente así. Lo malo es ¿cómo se vacuna una contra esta rabia?
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